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Draghi decide el jueves si 'descongela' más compras de deuda periférica

  • Se espera que en próximas reuniones aumente la duración del 'QE'

Después de la brutal caída en las rentabilidades de la deuda soberana de Alemania y del aumento del programa de estímulos del BCE desde compras mensuales de 60.000 millones a adquisiciones de 80.000 millones al mes, uno de los problemas que afronta Mario Draghi es la escasez de deuda germana. En estas condiciones, se ha puesto sobre la mesa, para el encuentro del 21 de julio, la posibilidad de cambiar las reglas del programa de compra de bonos soberanos.

Así, el banquero italiano tendrá que decidir en la reunión de este jueves si cambia la forma de elegir los bonos: ahora lo hace en función del tamaño de la economía y se especula que podría pasar a hacerlo teniendo en cuenta la cantidad de bonos emitida. Una decisión así beneficiaría principalmente a Italia -la deuda del país roza los 1,9 billones de euros-, aunque también sería positiva para España, cuyas emisiones en circulación alcanzan los 860.000 millones de euros.

De hecho, cuando se supo que una decisión así estaba en los planes del BCE, las rentabilidades del bono español y del italiano se desplomaron y ahora están cerca de mínimos históricos. Así la prima de riesgo española se sitúa en los 122 puntos básicos y la transalpina en los 125 puntos.

"Los movimientos entre los bonos core y periféricos están siendo conducidos por el incremento de las restricciones por parte del plan de compra de activos del BCE que, al ritmo de compra que lleva, podría agotar el free float de los bonos soberanos alemanes antes de que acabe el año. Pese a las privaciones del sistema bancario italiano, el rendimiento del bono soberano italiano ha caído en comparación con el alemán, con la idea de que cualquier replanteamiento del programa del BCE podría apoyar a los mercados de deuda periféricos", explica Adrian Hilton, gestor de renta fija de Columbia Threadneedle.

Asimismo, en ING apuntan que "a la luz de las crecientes esperanzas de una extensión del QE o, incluso, un retoque en las reglas de las compras que podría favorecer a los periféricos, los mercados han ignorado el estado de la banca italiana".

Sin rendimiento

Según los cálculos del último informe de BNP Paribas, el 62% de la deuda alemana ofrece una rentabilidad que se sitúa por debajo de la tasa de depósito -del -0,4%-, lo que implica que se queda fuera del alcance de Draghi.

"Los movimientos recientes en el mercado de bonos de la eurozona sugieren que las expectativas de una extensión del QE se están incrementando. Esto trae a colación el problema de una posible escasez o incluso una insuficiencia de bonos soberanos elegibles para ser comprado y las dificultades que algunos bancos encararán para implementar su programa de compras domésticas", señalan desde la entidad francesa.

Aún así, los expertos no prevén que el Banco Central Europeo amplíe los estímulos en esta reunión. "Aunque es probable que el BCE argumente que la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea incrementa el riesgo de un menor crecimiento e inflación, no esperamos que lance una flexibilización monetaria mayor el 21 de julio", explican desde UBS, donde prevén que se mantenga "en una actitud de espera".

Otra de las opciones con las que cuenta la máxima autoridad monetaria para no tener que cambiar las reglas del juego sería rebajar la tasa del depósito. Sin embargo, el mercado no cuenta con esta opción y otorga unas probabilidades del 90% a que las mantenga en el nivel actual, del -0,4%. "Vemos pocas opciones de que el BCE expanda su abanico de activos para incluir bonos bancarios o recortar la tasa de depósito a menos que forme parte de una decisión de política monetaria más importante", apuntan en UBS.

Por su parte, el equipo de Nomura no espera cambios en esta reunión, pero sí que prevé que el BCE recorte los tipos en 10 puntos básicos en el mes de septiembre y extienda el programa por seis meses más hasta septiembre de 2017. Un aumento del QE en el tiempo es la opción a la que los analistas que esperan más estímulos dan más posibilidades y sería una decisión que podría poner en aprietos al banco central. "Teniendo en cuenta una extensión del programa de compras y el nivel de las rentabilidades, podría haber más alteraciones en el diseño de los detalles del programa", indican desde Nomura.

Mientras, en UBS señalan que con el QE en marcha en un tiempo de "caídas en las rentabilidades de los bonos y con la creciente posibilidad de una extensión del programa trae a colación cuestiones técnicas (...) y muchas de ellas se refieren a si el BCE se puede quedar sin activos que comprar".

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