
Grecia está a punto de dar el primer paso para eliminar los controles de capital que impuso hace casi un año. Según publica el diario heleno Ekathimerini, el gobierno, el BCE y las autoridades europeas han concluido los trabajos técnicos para dar libertad completa de movimiento a todo el "dinero nuevo".
Este "dinero nuevo" incluirá todo aquel que vuelva al sistema bancario griego, ya sean depósitos que se encontraban en el extranjero, el dinero en el colchón o el efectivo que utilicen las empresas de importación.
Este capital estará libre de controles, lo que, según fuentes financieras consultadas por el periódico griego, debería suponer un importante impulso a la confianza en la banca local, una mejora de la liquidez y un incentivo para que el dinero 'fugado' vuelva a Grecia. Como efecto último debería también mejorar la salud de la economía en su conjunto.
La decisión definitiva debería llegar una vez que el BCE reinstaure la excepción para los bonos griegos y vuelvan a ser aceptados, pese a no tener grado de inversión, como colateral a la hora de financiarse en la institución monetaria europea, algo que se espera que suceda el próximo 2 de junio, cuando se celebra la próxima reunión.
Los controles de capital se introdujeron en junio del año pasado, después de que entre noviembre de 2014 y ese mismo mes los depósitos en las entidades financieras se redujeran en 42.000 millones de euros, de los que 30.000 millones habrían huido del país. Entre las medidas anunciadas entonces se aprobó el cierre de sucursales y la limitación de la retida del efectivo a 60 euros.
Ahora, con la relajación de los controles de capital, las autoridades y los bancos confían en que al menos parte de esos miles de millones que perdió el sistema financiero local vuelvan al país, reforzando los balances de los bancos y mejorando la confianza de empresas y ciudadanos.
La medida puede ser especialmente importante para las compañía que se dedican a la importación, ya que actualmente tenían enormes dificultades para pagar cifras superiores a 10.000 euros en el extranjero, ya que necesitaban la aprobación estatal. Ahora, esa cifra se espera que aumente hasta los 50.000 euros.
Durante el año pasado, fue poco a poco levantando algunas restricciones, especialmente en lo referido a estas transacciones con el extranjero, que inicialmente estaban limitadas a 500 euros. También se levantaron los controles para operar en bolsa desde el país, y a finales de 2015 ya se esperaba que este año se restableciera la 'normalidad'.