
El pánico se ha apoderado del mercado y, mientras no se tranquilicen las cosas, parece inevitable seguir cayendo. Y con fuerza. La nueva catástrofe en Wall Street y la ruptura de mínimos de ayer nos condenan a seguir bajando. Definitivamente, estamos ante una ruptura bajista.
La perforación de mínimos anuales el lunes hacían probable esa ruptura, pero la recuperación del martes permitía pensar en una cierta batalla por parte de los alcistas. Ayer esa batalla murió a media sesión en Europa, con una feísima vuelta bajista y un cierre por debajo de los mínimos del lunes. Y la confirmación definitiva llegó de Wall Street, que vivió otra sesión catastrófica.
El Dow Jones sufrió un nuevo desplome del 4,06%, superado por el 4,71% del S&P 500 y el escalofriante 4,94% del Nasdaq. Es decir, aunque la crisis esté centrada en el sector financiero, los inversores lo venden todo, incluyendo la tecnología. Las reglas de emergencia introducidas por la SEC para limitar las posiciones cortas -que tendrán efecto hoy- no arredraron ayer a los bajistas. El miedo impera en el mercado y no hay visos de formar un suelo a corto plazo.
El rescate de AIG no tuvo el efecto balsámico que esperaban los mercados europeos durante la mañana, sino el contrario: desató los miedos a nuevas quiebras y provocó un endurecimiento aún mayor de las condiciones de crédito. Estos miedos se cebaron en Morgan Stanley, que se hundió el 24,2% entre rumores de que está buscando una fusión, y Goldman Sachs, que bajó el 13,9%. Washington Mutual, al que las autoridades buscan comprador según algunos medios norteamericanos, cayó el 13,3%.
En medio de este desastre, los datos económicos pasaron desapercibidos, aunque eso no quita para que fueran malos: las viviendas iniciadas cayeron a su nivel más bajo desde 1991 y el déficit por cuenta corriente volvió a aumentar. Para hoy tendremos referencias teóricamente importantes, aunque todo seguirá centrado en la crisis financiera: el índice de la Fed de Filadelfia, el indicador adelantado y las peticiones semanales de subsidios de paro.
También hay que destacar el fuerte rebote de las materias primas después de haber acompañado a la baja a las bolsas en las últimas sesiones: el petróleo recuperó el 5,87% hasta 96,5 dólares y el oro se disparó el 11,58% hasta 870,9 dólares por onza.