La policía intervino ayer en la junta de accionistas que Daimler celebró en Berlín. El motivo no tenía nada que ver con la gestión del segundo mayor fabricante de coches de lujo del mundo, sino por las salchichas del bufé de cortesía preparado para los accionistas.
A pesar de aprobar el mayor dividendo de la historia, de 3,25 euros por acción, Daimler ha acaparado los focos por una inusual pelea.
La historia fue la siguiente: uno de sus accionistas decidió empaquetar algunas salchichas del bufé con la intención de llevárselas a casa, lo que le valió la reprimenda de otra accionista. Pero la cosa no se quedó ahí, ya que como recoge Bloomberg, la discusión acabó subiendo de tono y la misma empresa se vio obligada a llamar a las fuerzas del orden para poner paz.
El presidente de Daimler, Martin Bischoff, no ha pasado por alto la situación y ha señalado que "o compramos más salchichas o las eliminamos completamente".
Silke Waters, portavoz de la compañía, explicó posteriormente que se habían preparado 12.500 salchichas para los 5.500 accionistas que participaron en la junta. Más de dos por cabeza, pero claramente insuficiente para algunos...
Con todo, el asunto podría no haber terminado, ya que uno de los accionistas implicados ha puesto una denuncia por difamación contra la empresa, según recoge la agencia DPA.
En Europa es costumbre agasajar a los accionistas que asisten a las juntas con piscolabis de todo tipo, desde tartas a café, a veces incluso con gambas e incluso una copa de vino. Pero este altercado quizá haga replantearse este tipo de eventos, y mejor que no falte de nada.
