Bolsa, mercados y cotizaciones

El dólar todavía tiene recorrido: los expertos esperan al euro en los 1,07

  • Un avance del 'billete verde' ayudará a las exportaciones de los emergentes

La divergencia de las políticas monetarias de la Reserva Federal estadounidense -Fed- y el Banco Central Europeo -BCE- ha impulsado la cotización del dólar frente al euro durante los últimos años. El mercado ha visto una oportunidad en la moneda, a medida que se acercaba el momento de subir tipos en Estados Unidos, mientras, en Europa, Draghi anunciaba un programa de compras de activos -QE-, que auguraba descensos en el euro. Sin embargo, ahora parece que la Fed frenará el ritmo al que incrementa el precio del dinero -las previsiones de Bloomberg en base al comportamiento de los contratos de futuro y opciones sobre los fondos de la Fed, anticipan que no habrá otra subida de tipos antes de febrero de 2017-. Después de la primera subida que tuvo lugar en diciembre, el dólar ha perdido impulso. La media de expertos ya no cree que terminará subiendo hasta cambiarse por 1 euro en ningún momento de 2016.

Ahora bien, la divisa estadounidense todavía tiene recorrido alcista este año, ya que, desde los 1,10 dólares en los que cotiza el euro en este momento, los expertos esperan que este cruce caiga casi un 3%, hasta los 1,07 dólares que tocará en el tercer trimestre. Desde ahí, sólo se esperan caídas para el billete verde frente al euro.

El efecto en los emergentes

Un dólar débil puede aumentar los problemas que están sufriendo algunas economías emergentes, ya que no contarán con los beneficios que les generan las subidas de la divisa. Según apunta Alex Fusté, economista jefe de Andbank, en este momento, un dólar fuerte mitigaría los efectos de los desplomes que está sufriendo la bolsa, al ayudar a mejorar las balanzas externas de países que venden sus productos en dólares.

El experto explica que "ante la incertidumbre generalizada que estamos viviendo, es bueno que haya lo que se denomina shock absorber -un elemento que permite mitigar los efectos de un shock del mercado-. La idea es que el dólar esté alto para que mejoren los países con déficits comerciales importantes. La clave es que, si la divisa ha dejado de funcionar como shock absorber, estos países hayan sido capaces de reequilibrarse con las subidas del dólar de los últimos años".

El analista tiene una opinión optimista sobre esto: "Yo creo que sí lo han conseguido. Las divisas y la bolsa se han estabilizado durante los últimos meses en los principales países emergentes, y las balanzas externas están ahora más equilibradas" -en diciembre de 2015, Brasil logró alcanzar un superávit comercial récord en su historia, de 6.240 millones de dólares-. "Ahora bien, si no han conseguido sacar todo el provecho que necesitaban del dólar fuerte, y no van a tener más ayuda por este frente, la situación se puede volver a complicar".

Desde Ebury, firma de servicios financieros especializada en divisas, creen que las monedas emergentes deben recuperarse, algo que no vendría bien a las exportaciones de estos países. Explican que "la venta brutal de divisas de los mercados emergentes ha sido una reacción desmedida. Muchas monedas de mercados emergentes se están negociando muy baratas, reflejando un escenario económico más negativo de lo que imaginamos".

Existe una diversidad de opiniones destacable entre las firmas de análisis que lanzan sus previsiones sobre el futuro de la moneda estadounidense. Grandes bancos de inversión, como Barclays, Bank of America, Nomura y Morgan Stanley, consideran que el cruce del euro dólar tocará la paridad en algún momento de 2016, incluso cayendo por debajo de este nivel en algunos casos. Sin embargo, otras grandes firmas como Citigroup, HSBC, JPMorgan, BBVA, Unicredit o Wells Fargo apuntan en el sentido contrario. De media, los expertos sitúan al euro/dólar en los 1,11 dólares para 2017.

El banco estadounidense Citigroup explica que "ahora somos mucho más neutrales a la posibilidad de que el dólar siga al alza en los próximos meses. De hecho, niveles de 1,088 dólares podrían ser a corto plazo un buen soporte para la moneda europea, para más adelante consolidar niveles cerca de 1,10/1,11 dólares".

Una crisis de desconfianza

Andbank da su opinión sobre las últimas caídas de la bolsa, dejando de lado que sea motivo de la mala situación de los emergentes, al explicar que "esta última crisis, en resumen, es de desconfianza. Depende mucho de los derivados de los bancos. La suma total son ahora 750 billones de euros, 10 veces el PIB de todo el mundo. Cuando los subyacentes que cubren estos derivados -como por ejemplo, el petróleo- se comportan de manera normal, no pasa nada. El problema es, que es tan inmenso el tamaño, que si la cartera global de derivados tiene pérdidas del 1%, es una barbaridad. Por eso necesitamos ausencias de shocks, como el que ha protagonizado el petróleo, que ha creado pánico, al ser el subyacente de muchos derivados".

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