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PIMCO: "Los tipos negativos dañan a los bancos y están detrás de la volatilidad"

Scott A. Mather, CIO (director de inversiones y estrategia) de PIMCO en EEUU, sostiene que los tipos negativos que están aplicando varios bancos centrales en el mundo están teniendo varios efectos contraproducentes sobre la economía. Volatilidad, restricción del crédito, aumento de las primas de riesgo de algunos activos y un incremento de los riesgos financieros globales.

Mather explica en el blog corporativo que "los tipos de interés negativos están contribuyendo a incrementar la volatilidad de los últimos meses. Además podrían ser la razón de trasfondo que está provocando un mayor endurecimiento en las condiciones financieras globales".

Y es que aunque "los tipos negativos están ayudando sin duda a reducir los intereses de los bonos soberanos, los cuales representan sólo una parte de los mercados financieros, podrían estar causando por otro lado el efecto opuesto sobre el conjunto de los mercados financieros: incrementando las primas de riesgos del crédito y de las acciones, incrementando la volatilidad y reduciendo la disponibilidad del crédito de un sistema financiero que está cada vez bajo mayor presión", explica el CIO de PIMCO, una de las mayores gestoras de bonos del mundo. 

Por otro lado, este tipo de políticas representan un paso más en la guerra de divisas  "además de tener una enorme influencia sobre los tipos de cambio y la volatilidad. Estas políticas de 'empobrecer al vecino' incentivan el proteccionismo y las políticas nacionalistas, que son negativas para el crecimiento mundial".

Problemas para los bancos

Por si esto fuera poco, el sistema financiero también sufre de forma directa el impacto de unos tipos negativos: "Los márgenes sobre los intereses de los bancos se reducen y el coste del capital se incrementan. Los bancos intentan traspasar estos costes a los consumidores y a las empresas, que sufren un incremento de los intereses en los préstamos y restricciones de crédito".

Además, las compañías de seguros y los fondos de pensiones podrían tener problemas para encontrar rentabilidades importantes, puesto que este tipos de producto obtienen sus rentabilidad de una forma más conservadora, es decir, suelen apurar los bonos hasta el vencimiento en lugar de negociar con ellos en los mercados secundarios de deuda.

"Finalmente, los tipos negativos también actúan como una especie de impuesto sobre los ahorradores y los inversores que deben planificar su futuro con unos retornos muy inferiores. Esto a su vez puede desembocar en un incremento de las tasas de ahorro, lo que dificulta aún más el crecimiento económico a corto plazo", finaliza el CIO de PIMCO. 

Son varios los bancos centrales que ya están aplicando los tipos negativos, entre ellos el Banco Central Europeo, el Banco de Suecia o el de Dinamarca. Ahora los inversores y las firmas financieras temen que está 'moda' siga expandiéndose y llega hasta la Reserva Federal de EEUU.

Por el momento, aunque Janet Yellen no cerró la puerta a su uso, William Dudley, presidente de la Fed de Nueva York, asegura que "es extremadamente prematuro" hablar de una posibilidad así, los tipos negativos "es algo que no debería formar parte de la conversación de este momento".

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