
La sesión de hoy parecía tranquila para el petróleo. Tanto el barril de Brent, de referencia en Europa, como el West Texas estadounidense lograban rebotar con fuerza después de que en la víspera tocasen mínimos de 12 años. Sin embargo, tras los buenos datos empleo de EEUU el dólar ha comenzado a subir con fuerza frente al euro y a otras divisas, mientras que el petróleo ha retomado las caídas que ponen en peligro los 33 dólares por barril.
Tanto el barril de West Texas como el de Brent caen alrededor de un 0,5%. El barril de referencia en EEUU ha llegado a perder por momentos los 33 dólares, mientras que el Brent, de referencia en Europa, ha logrado mantener esta barrera.
Los expertos alertan de que los precios del crudo ya se han recuperado brevemente varias veces antes de volver a las pérdidas. "Tal y como están las cosas, creo que hay potencial para nuevas caídas, quizás hasta los 25 dólares el barril", señaló Michael Hewson, analista jefe de la firma británica CMC Markets, a Efe.
Joan Cabrero, director de estrategia en Ecotrader, explica que "en cualquier caso, salvo para operaciones agresivas en busca de rebotes puntuales no seríamos todavía partidarios de tomar posiciones con el objetivo de buscar un giro sostenible más allá del corto plazo".
"A pesar de que es una zona idónea para que las caídas encuentren freno, no nos sorprendería incluso que perdiera este soporte y la tendencia tuviera continuidad, por lo que insistimos en que mientras no tengamos evidencias de que se esté formando un suelo sostenible más allá del corto plazo no recomendamos tomar posiciones" en el petróleo, explica el director de estrategia de Ecotrader.
Y es que, el mercado del petróleo se ve seriamente afectado por todo lo que pasa en China. Los mercados temen que un frenazo en el crecimiento del gigante asiático afecte a las importaciones del segundo consumidor mundial de crudo.
Tensiones entre Arabia Saudí e Irán
A ese escenario se han sumado esta semana las tensiones entre Arabia Saudí e Irán, avivadas por la ejecución de un clérigo chií saudí, que han complicado las posibilidades de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acuerde medidas para frenar la sangría de los precios del crudo. "Ante ese conflicto, ninguna de las dos partes va a querer ayudar a la otra, por lo que un acuerdo en el seno de la OPEP es mucho menos probable", según Hewson.
Teherán, uno de los mayores productores de la organización, prepara su regreso a los mercados internacionales del petróleo en 2016, en cuanto se levanten las sanciones internacionales por su programa nuclear, por lo que maniobra para tratar de impulsar al alza los precios.
Riad, que ha impuesto su visión en los últimos tiempos, es partidaria en cambio de mantener la tasa común de producción invariable, por encima de los 30 millones de barriles diarios, para castigar a la naciente industria del esquisto estadounidense.
"Esta es una batalla por la cuota de mercado y ninguna de las partes va a querer ceder. No veo que en este momento haya ninguna gana en absoluto de acordar un recorte en la producción", comenta Hewson.