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El euro, el inesperado refugio que puede traer dolores de cabeza al BCE

La idea de que el euro pudiera ser un refugio en tiempos de tormenta podría haber parecido ridícula hace apenas unas semanas. Sin embargo, eso es exactamente en lo que se ha convertido en plenas turbulencias globales, entre devaluaciones, shocks bursátiles y desplome de materias primas.

El euro ha subido más del 4% frente a una cesta de divisas de países desarrollados en el último mes, el mejor comportamiento de todos. Sube frente a la mayoría de monedas importantes, como el dólar, el yen, el franco suizo o la libra. Y además lo está haciendo a pesar de las medidas de estímulo del Banco Central Europeo (BCE), que está expandiendo la cantidad de euros disponibles.

El problema es que aunque este rally sea una muestra de confianza en el futuro de la moneda única tras la crisis griega, también complica los esfuerzos de Mario Draghi, presidente del BCE, para reavivar el crecimiento, ya que un euro más fuerte puede tener un impacto negativo tanto en las exportaciones como en la inflación.

"El refugio principal ha sido el euro, lo que creo que es sorprendente", explica Thu Lan Nguyen, estratega del banco alemán Commerzbank. "El BCE no se va a quedar quieto y podría empezar a intentar devaluar la divisa verbalmente. Es su instrumento principal para conseguir inflación".

Carry trade y Reserva Federal

Las devaluaciones de China iniciadas a comienzos de agosto han provocado un desplome en los mercados emergentes que ha llevado a los inversores a deshacer sus posiciones de carry trade en euros: pedir prestado en la divisa única a casi el 0% de interés para financiar compras en otros países con mejores rendimientos. Deshacer estas posiciones implica recomprar euros.

Además del carry trade, otro factor que ha hecho subir al euro ha sido el creciente escepticismo sobre una subida de tipos de la Reserva Federal de EEUU en septiembre. Incluso, el programa de estímulo del BCE está empezando a sostener el euro al reforzar la demanda de activos europeos aunque en la práctica supongo poner más euros en circulación

Algunos analistas, sin embargo, creen que esta situación no va a durar. "A largo plazo, la fortaleza del dólar prevalecerá por las distintas políticas monetarias", dice Neil Mellor, estratega de tipos de cambio en Bank of New York Mellon.

Cerca de máximos anuales

Ayer, el euro llegó a cotizar por momentos por encima de 1,17 dólares, algo que no se veía desde enero de este año, cuando Suiza abandonó su política de control del tipo de cambio franco/euro. La divisa europea cotiza ahora mismo levemente a la baja frente al dólar, en la zona de 1,15.

Con todo, el euro se mantiene un 11% por encima de los mínimos de 12 años alcanzados en marzo frente al dólar, justo cuando volvieron los temores a una ruptura de la unión y el BCE comenzó su programa de compra de bonos.

Este rebote no estaba previsto, ni para el banco central ni para la mayoría de operadores de divisas y expertos. De hecho, tan solo 3 de los 69 analistas consultados por Bloomberg en marzo previeron que el euro alcanzaría sus niveles actuales.

¿Problemas para el BCE?

Draghi, aunque niega reiteradamente que la compra de bonos tenga como objetivo devaluar el euro, sí que ha reconocido los beneficios que trae su caída. Y lo necesita para cumplir sus objetivos: la inflación de la Eurozona se quedó en un mero 0,2% en julio, frente al objetivo oficial de cerca del 2% y la economía de la Eurozona está previsto que crezca un 1,4% este año, la mitad que la media del G20.

A pesar de las últimas subidas, los estrategas siguen apostando a que el euro continuará cayendo. Por ejemplo, desde Commerzbank se espera que caiga hasta 1,06 dólares de aquí a final de año y que la paridad llegue a finales del año que viene.

Desde ING se apunta a que realmente lo que está haciendo subir al euro es la menor expectativa de subida de tipos en EEUU, no un cambio fundamental que debiera preocupar al BCE. "La fortaleza del euro es básicamente la mayor debilidad del dólar. Dado que el QE del BCE está en marcha, el euro es más inmune a los ajustes en las perspectivas de inflación globales" explica Petr Krpata, estratega de divisas del banco.

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