
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,05%, según ha anunciado la institución en un comunicado. Asimismo, ha mantenido el interés de la facilidad marginal de crédito en el 0,3% y la tasa sobre los depósitos en el -0,2%.
No ha habido, por lo tanto, sorpresas en la reunión de hoy, a la espera de que el presidente de la institución, Mario Draghi, comparezca ante los medios a partir de las 14:30 horas.
La rueda de prensa del presidente del BCE se producirá después de que los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro hayan concluido su reunión del jueves con un "principio de acuerdo" para liberar 7.000 millones de euros de forma inminente a Grecia para que pueda cumplir con los vencimientos urgentes del próximo lunes, cuando debe hacer frente a un pago de 4.200 millones de euros al propio banco central.
De hecho, más allá de los tipos de interés, lo interesante de la reunión de hoy es si el Eurobanco decide aumentar o mantener la liquidez de emergencia (ELA) que da a los bancos griegos, que siguen cerrados a la espera de que avancen los acuerdos entre Grecia y los socios europeos. En principio, se espera que la ELA se mantenga en los niveles actuales, a pesar de que las entidades helenas habrían solicitado que subiera.
¿Gesto simbólico?
Sin embargo, la aprobación ayer por parte de Grecia del paquete de rescate podría persuadir al Banco Central Europeo a mejorar la financiación para Atenas, lo que sería el primer paso para reabrir los bancos griegos y devolver cierta normalidad a su atribulada economía.
En un gesto simbólico, el banco central podría aumentar el programa, ayudando a restaurar la confianza en Grecia. Pero el aumento de financiación no está asegurado y el volumen adicional concedido podría ser modesto, limitando la operativa bancaria. Ante este panorama, las retiradas de efectivo de los bancos griegos previsiblemente seguirán limitadas hasta la aprobación del rescate y hasta que los bancos reciban al menos parte de los 25.000 millones de euros fijados para su recapitalización.
La ELA se ha congelado desde junio, forzando a los bancos griegos a cerrar y limitar las operaciones de retirada de efectivo en cajeros a 60 euros al día. Los responsables esperan que la limitación siga en pie incluso tras la apertura de los bancos.