Bolsa, mercados y cotizaciones

Vuelve el temor al impago: el bono a tres años de Grecia se dispara al 9,5%

  • El rendimiento se ha triplicado en cuatro meses por el miedo al 'default'
  • El mercado exige mayor rentabilidad a la deuda con vencimiento a tres años que a la de treinta

Otra vez Grecia. Una frase que se ha convertido ya en un clásico de las crisis de la eurozona. De forma periódica, Atenas vuelve a dar algún susto, ya sea por el estancamiento de su economía, por la necesidad de un nuevo rescate, o como en esta última ocasión, por problemas políticos. El Gobierno del primer ministro, Antonis Samaras, adelantó el lunes la votación parlamentaria para elegir a un nuevo presidente del 15 de febrero al 17 de diciembre, lo que ha generado una oleada de dudas sobre el futuro político del país.

Después del martes negro que vivió la Bolsa de Atenas, con una caída del 12,78%, el pánico se prolongó el miércoles en el mercado de renta fija. La situación extraordinaria que vive el país ha provocado un gran temor a un impago en la próxima legislatura, lo que ha disparado la rentabilidad que exige el mercado a los bonos de medio plazo. Ante este escenario, se produce una situación excepcional para la renta fija y es que los inversores pidan mayores intereses en la parte corta de la curva que en la larga.

La rentabilidad del bono griego con vencimiento a tres años subió (cayó en precio) un 57% en apenas tres sesiones, pasando del 6 al 9,417% en el que cerró el miércoles. Desde finales de agosto, el retorno exigido a los bonos griegos se ha triplicado en el mercado secundario.

Una rentabilidad que supera a todos los plazos largos: en el caso del 10 años, se quedó en  8,573%, y el 30 años ni siquiera llegó hasta el 8,5%. Los inversores se están cubriendo las espaldas ante un posible default en el país, lo que ha disparado los seguros de impago del país. El CDS (credit default swap) ha avanzado un 25% en solo tres sesiones, y se aproxima a los 1.000 puntos. Es el segundo seguro europeo más caro, solo por detrás del de Ucrania.

¿Camino del 'default'?

La situación que vive el país es algo ilógico para la teoría económica. Un escenario en el que los tramos cortos paguen más rentabilidad que los largos solo se explica en el contexto de mucha tensión en el mercado. Este es el caso de Grecia. Los inversores creen que hay más riesgo de perder su dinero en un bono a 3 años que en uno a 10, por lo que piden una rentabilidad mayor para asumir esa incertidumbre. Esto significa que los bonistas griegos creen que hay muchas probabilidades de que el país impague su deuda en la próxima legislatura.

Si el Parlamento de Atenas no alcanza un acuerdo para elegir un nuevo presidente en tres votaciones consecutivas, el país estará abocado a celebrar unas nuevas elecciones generales. Un escenario que no tranquiliza a los inversores, es más, les preocupa profundamente por el avance del partido de extrema izquierda, Syriza.

El primer sondeo de intención de voto publicado en el país desde el adelanto de la votación, dejó a esta formación como la preferida por los griegos, cinco puntos por encima del partido en el poder, Nueva Democracia. La llegada de Syriza, con sus propuestas, podría llevar a un impago de la deuda, una quita ordenada o incluso empujar al país fuera del euro, situación que ha disparado el temor en los mercados.

La subida en vertical de los bonos del país no supone un riesgo grave para el país, ya que los mercados llevan cuatro años cerrados para Grecia, que se financia con el dinero de los rescates de sus socios europeos. Desde 2010 solo ha conseguido realizar una emisión de bonos, fue el pasado 9 de abril con títulos a 5 años.

¿Importa Grecia?

El tamaño de la economía de Grecia, con un PIB (a cierre de 2013) de 182.000 millones de euros, es inferior a las comunidades de Madrid y Cataluña. Es por este motivo por lo que los expertos piden calma al mercado. "Nuestra tesis fundamental sigue siendo que representa un porcentaje muy reducido del PIB de la eurozona", explica Andrew Belshaw, director de inversiones de Legg Mason en Londres, además, "mientras el BCE continúe proporcionando garantías, actuará como cortafuegos ante nuevos contagios".

La reacción del mercado europeo ha sido de temor, aunque no de histeria como en otras ocasiones, lo que ha tensionado ligeramente las primas de riesgo de los países periféricos. En España, este indicador avanzó el miércoles hasta 119 puntos básicos y en Italia, alcanzó los 193 puntos. También las bolsas han reaccionado a la baja durante la semana. El Ibex 35 se ha dejado un 4,62%, pero el soporte de los 10.200 puntos sigue en pie.

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