Bolsa, mercados y cotizaciones

Se acabó la era de invertir en petróleo

  • El petróleo europeo acumula ya en el año una caída del 11%
  • Barclays considera que el precio se mantendrá por encima de los 100 dólares
  • EEUU ha reducido sus importaciones de petróleo gracias al Shale Gas

La época en la que los conflictos en Oriente Medio disparaban el precio del petróleo ya no existe. La entrada en el mercado de nuevos e importantes productores provoca que los analistas ya no vean al crudo como una opción rentable para los inversores.

Enero de 2011. Empieza la Primavera árabe. El petróleo sube un 15%. Enero de 2012. Sanciones a Irán. El petróleo sube un 15 por ciento. Diciembre de 2012. Crisis en Siria. El petróleo sube un 8%. Junio de 2014, se recrudecen las actuaciones del Estado Islámico en Oriente Medio. El petróleo sube sólo un 4,5%....¿Qué ha cambiado? ¿Dónde quedaron las exageradas reacciones del crudo ante los conflictos geopolíticos?

Son dos preguntas que los inversores seguro se han realizado en los últimos días, máxime teniendo en cuenta que en medio de una crisis política como la actual en la que han confluido el conflicto entre Ucrania y Rusia, las dudas sobre el referéndum de Escocia, gran productor de petróleo, y la renovada tensión en Oriente Medio a medida que el Estado Islámico ha ido ganando terreno, el petróleo de referencia europeo, el Brent ha perdido la cota de los 100 dólares por primera vez en dos años.

De hecho, el petróleo europeo acumula ya en el año una caída del 11% y de no remontar estas pérdidas a finales de año cerraría el ejercicio como el primero tras cinco consecutivos de alzas ya que el último año en negativo lo protagonizó en 2008, el año de la quiebra de Lehman Brothers y el estallido de las hipotecas subprime, que le hizo retroceder más de un 50%. Algo mejor le va al West Texas ya que, aunque en el año también acumula pérdidas, éstas son de solo el 6%, lo que ha estrechado la prima entre ambos hasta sólo 5 puntos.

¿Por debajo de los 100 dólares?

Lo normal sería pensar que con un contexto tan favorable como el que disfruta esta materia prima -empieza la temporada de huracanes, se mantienen los conflictos en Oriente Medio y se espera una normalización de la actividad económica- empezase a revertir parte de las pérdidas que hasta ahora ha acumulado. Y puede que lo haga pero solo a corto plazo y de una manera muy limitada.

Por ejemplo, desde Barclays consideran que el precio se mantendrá por encima de los 100 dólares por los riesgo derivados del Estado Islámico el año que viene pero no alcanzará los 110 dólares. Una proyección con la que coinciden más analistas, ya que de los 50 que consulta Bloomberg sólo 4 ven al barril de Brent por encima de los 110 dólares.

Es decir, aunque aún ha de llover mucho para que podamos disfrutar como consumidores, que no inversores, de un petróleo barato, sí podemos afirmar a juzgar por las estimaciones que tampoco viviremos más etapas de petróleo por las nubes."La idea que se persigue con el petróleo es mantenerlo estable entre los 90 y los 120 dólares pero no irá más allá", afirma Raquel Blázquez, gestora de fondos y sicavs de Ibercaja gestión.

¿Por qué se ha quedado sin recorrido?

Explicar por qué es tan escaso el recorrido que le espera al petróleo es sencillo. Basta con analizar por qué no ha subido durante el último conflicto geopolítico que ha sacudido a Oriente Medio e incluso por qué la crisis entre Ucrania y Rusia ha pasado por él de una forma casi desapercibida.

La culpa la tiene en primera instancia EEUU. Sus grandes inversiones para la extracción de shale gas por la polémica técnica del fraking -se calcula que el 80% del aumento de producción mundial de shale gas de 2013 se consiguió en las plantas de Bakken en Dakota del Norte y Eagle Ford en Texas- están permitiendo que el mayor consumidor del petróleo del mundo esté consiguiendo reducir sus importaciones de petróleo, al tiempo que aumenta su producción.

De hecho, según los últimos datos publicados por la Agencia Internacional de la Energía correspondientes al mes de mayo EEUU está estrechando sus diferencias con Rusia para hacerse con el puesto de el segundo mayor productor del mundo sólo superado por Arabia Saudí -ver gráfico-.

Tanto es el éxito que parece estar teniendo el shale gas en EEUU que la propia Agencia Internacional pronostica que en 2030 EEUU, el mayor importador de petróleo del mundo, será incluso exportador neto de petróleo. De momento no va por mal camino ya que según un estudio realizado por el Instituto para la Energía, China superará este mismo año EEUU como el mayor importador de petróleo después de que se espera que la brecha entre los producido y lo importado en EEUU se reduzca hasta los 5,5 millones de barriles al día.

Dos datos que avalan esta teoría: en el mes de octubre de 2013 ya consiguió por ejemplo producir más crudo del que importó, algo que no sucedía desde el año 1995; y además en 2013 tan solo importó el 40 por ciento de todo el crudo que consumió, lo que es la cifra más baja desde 1991.

Este aumento de la producción en EEUU lo que consigue es recortar la dependencia de Occidente con respecto a Oriente Medio y explica que el miedo que en otras ocasiones han demostrado los inversores ante interrupciones de suministro derivadas de conflictos geopolíticos no se haya visto en esta última crisis que tiene el auge del Estado Islámico como gran protagonista.

El otro gran culpable de que el petróleo parezca haber perdido interés para los inversores no es otro que la economía y, más concretamente, la ralentización de la misma en países como China e India, que concentran una buena parte de la demanda de materias primas. De hecho en apenas cinco días el G20 ha reducido su estimación de crecimiento mundial y Goldman Sachs ha recortado la suya para China, a quien incluso ve creciendo por debajo del 7 por ciento al año que viene.

"El factor que más ha afectado a la demanda global de crudo en la última década ha sido la emergencia de China e India y se espera que Chindia contribuirá al 60% del consumo mundial entre 2010 y 2020", explica Jordi Singla, miembro del departamento de Economía Internacional de La Caixa en un reciente informe. El problema es que hasta ahora ambos países emergentes disfrutaban de tasas de crecimiento del 10%, pero a partir de ahora los analistas pronostican crecimientos de entorno al 6 por ciento anual para la próxima década -la previsión del FMI apunta a crecimientos del 7,28% para China y 6,35% para India en 2015-.

Crecimientos más modestos que implican menor consumo y por tanto menores exportaciones de petróleo, y más teniendo en cuenta que ambos países están desarrollando técnicas que les permitan sacar más partido al gas natural y a la energía hidroeléctrica y nuclear que les permitan reducir su dependencia del petróleo como fuente de energía.

El petróleo barato seguirá siendo una utopía

Con EEUU y China, los dos grandes consumidores de crudo, además de principales importadores, reduciendo sus importaciones y por tanto la demanda lo lógico sería pensar que la caída de precios de crudo que hemos visto en las últimas semanas tenderá a continuar.

Pero lo cierto es que no se espera que esas caídas, de producirse, sean demasiado pronunciadas. Arabia Saudí, primer productor mundial de petróleo no lo permitirá y de hecho, ya informó a la OPEP de que en el mes de agosto redujo en 400.000 barriles diarios su producción de petróleo después de que el precio de éste cayera por debajo de los 100 dólares, un nivel que el país árabe no está dispuesto a perder.

Esta reducción de la oferta puede hacerse extensible en todos los países de la OPEP ya que se espera que en la reunión que celebren en noviembre se anuncie una reducción de su meta de producción, lo que sería el primer recorte formal de la producción desde la crisis financiera de 2008, lo que de convertirse en una realidad, seguro impulsará al alza el precio del crudo, aunque sea momentáneamente.

Arabía Saudí no es el único país que pierde con un petróleo por debajo de 100 dólares. También lo hace Rusia al que la caída del crudo, además del frente abierto que mantiene con Ucrania, le ha provocado importantes depreciaciones de su divisa, lo que ha llevado a su banco central a advertir de que "en caso de una caída prolongada de los precios del crudo, la depreciación del rublo se acelerará y el crecimiento económico se ralentizará de una manera significativa".

Pero es que incluso al propio EEUU no le interesa un petróleo excesivamente barato ya que aunque es un gran importador, también es el segundo mayor productor del mundo y de hecho necesita un crudo caro para poder seguir aumentando sus inversiones en la costosa maquinaria que exige la extracción de su nueva y gran fuente de energía: el shale gas.

"El alto coste de extracción en comparación con los métodos tradicionales hace que la explotación de estos yacimientos solo sea rentable con un petróleo caro. Si los precios bajan, la extracción ya no es rentable, se reduce la oferta y vicerversa, lo que pone un techo y un suelo a los precios del petróleo", afirma Jordi Singla. Es por todo ello que los expertos apuntan a que es poco probable que se mantenga un petróleo, al menos en su referencia europea, por debajo de los 100 dólares, aunque tampoco lo ven mucho más allá.

De hecho, los analistas consultados por Bloomberg manejan un precio máximo de 105 dólares en 2015 que caiga hasta los 101 dólares en 2017, lo que supone un potencial de solo el 5%. Quizá demasiado poco para el riesgo que siempre supone invertir en commodites.

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