
El metal precioso sigue con su racha de descensos. Hoy, la onza de oro para entrega en agosto se anota nuevas caídas y se sitúa en los 1.230 dólares después de haber llegado a marcar un mínimo de 1.224 dólares, su precio más bajo desde verano de 2010 de acuerdo con los datos de Bloomberg. Análisis en Ecotrader: no hay que comprar oro todavía.
La pasada semana, la Fed anunció su intención de comenzar con la retirada de su política de estímulos, algo que podría suceder a finales de este mismo año si se cumplen sus previsiones sobre el crecimiento de la economía de EEUU y de la mejora de la reducción de la tasa de paro.
Los datos macro publicados ayer, muy positivos, estarían confirmando la recuperación del país norteamericano y los peores temores del mercado, que no desea verse privado del refuerzo que suponen las inyecciones de liquidez del banco central.
En este sentido, los analistas apuntan a que el cambio de rumbo de la Fed está detrás de las caídas del oro. "Compramos oro por dos razones: porque estábamos preocupados por el impacto inflacionista de su política y porque pensábamos que el sistema financiero se iba a desmoronar", explica Sean Corrigan, jefe de estrategias de inversión de Diapason Commodities Management.
"Puede que la valoración fuera completamente errónea, pero el mercado ha decidido que ninguna de estos factores les preocupa en este momento", añade en declaraciones a Reuters.
Desde el punto de vista técnico, se ha producido una clara pérdida de soportes que ya tuvo lugar la semana pasada y que favorece una caída "que va tomando cuerpo a pasos agigantados". Joan Cabrero, analista de Ecotrader, indica que el metal precioso puede retroceder otro 7% como mínimo y recomienda mantenerse alejado de la materia prima por ahora.
"Los objetivos que valoramos siguen siendo los mismos, concretamente la zona de los 1.100/1.150 dólares en el oro y los 17 dólares en la plata", añade el experto.