DOW JONES
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La bolsa de Nueva York ha incrementado sus pérdidas en la recta final de la sesión y el Dow Jones se ha dejado un 1,79% en un día de caídas generalizadas en las materias primas tras la ralentización económica de China. Ese índice ha restado 265,86 puntos hasta quedar en las 14.599,2 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 ha bajado un 2,3% y el tecnológico Nasdaq ha perdido un 2,38%.
Wall Street se cubrió de rojo desde el arranque de esta primera jornada de la semana tras conocerse que la economía china creció en el primer trimestre de 2013 el 7,7% interanual, dos décimas menos que en los últimos tres meses de 2012.
La noticia generó una estampida en los mercados de materias primas: el oro sufrió su peor caída en tres décadas y quedó en 1.361,1 dólares la onza, su nivel más bajo en dos años, al tiempo que la plata cayó el 11% hasta 23,36 dólares, el más bajo desde octubre de 2010.
El aumento de las pérdidas en el parqué neoyorquino coincidió con las noticias de dos explosiones en la línea de meta del popular maratón de la ciudad de Boston, donde la policía ha confirmado al menos dos muertos y 23 heridos.
Los treinta componentes del Dow Jones cerraron la jornada en terreno negativo, liderados por el fabricante de maquinaria pesada Caterpillar (-3,27%), las petroleras Chevron (-2,81%) y Exxon (-2,81%), el conglomerado General Electric (-2,77%) y el grupo Walt Disney (-2,76%).
Más de otra veintena de empresas de ese índice sufrió pérdidas de entre uno y dos puntos porcentuales.
Fuera de ese índice destacó la subida del 13,5% de la operadora Sprint Nextel después de que la plataforma de televisión por satélite Dish Network (-2,29%) ofreciera hacerse con ella por 25.500 millones de dólares, superando la propuesta de la japonesa Softbank.
Por otro lado, la empresa de biotecnología Life Technologies subió el 7,51% tras anunciar que ha acordado ser adquirida por el fabricante de equipos de investigación y análisis para laboratorios Thermo Fisher (-1,27%) por 13.600 millones de dólares.
En otros mercados, el dólar subía frente al euro (que se cambiaba a 1,3021 dólares), y la rentabilidad de la deuda estadounidense a diez años bajaba al 1,68%.