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Los problemas no se acaban con Grecia: el BCE, la nueva amenaza para España

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet. Foto: Archivo

Los líderes europeos pusieron ayer toda la carne en el asador para resolver la crisis de la zona euro. Por una parte, era urgente concretar el plan de rescate para Grecia. Por otra, había que evitar el contagio de las turbulencias a España e Italia. La intención está clara, pero el efecto no tanto. Los analistas están divididos en su acogida y los hay que avistan un importante riesgo: el BCE.

Los dirigentes españoles se han mostrado confiados en el impacto positivo que tendrá el acuerdo a la hora de normalizar los nieveles de la deuda española, cuya rentabilidad exigida en el mercado secundario ha estado al borde del punto de no retorno, es decir, de hacerse impagable para el Estado.

Tanto Jose Luis Rodríguez Zapatero como Elena Salgado y Alfredo Pérez Rubalcaba han manifestado que el mensaje lanzado ayer por la Unión Europea debería tranquilizar a los mercados, por lo que la prima de riesgo comenzará a descender y el fantasma del default se alejará definitivamente.

Fin a las turbulencias

Muchos analistas comparten esta opinión. "Las medidas son bienvenidas porque crean las mejores condiciones posibles para que Grecia y otros países de la zona euro pongan sus casas en orden y limiten el riesgo de contagio", indica a Bloomberg el economista jefe de UniCredit para la Eurozona, Marco Valli.

Por su parte, analistas de BNP Paribas consideran que el acuerdo alcanzado por la Unión Europea "supera las expectativas". "Supone un gran paso hacia la estabilización de los mercados y una solución a la crisis de deuda", indican en un informe publicado hoy, en el que afirman que "el acuerdo debería sentar las bases para la relajación de las tensiones en el mercado de bonos europeo".

Desde Nomura señalan que el respaldo del Banco Central Europeo (BCE) pone de manifiesto la voluntad de hacer que el proyecto de la región comunitaria perviva. "Es Europa, todo es un compromiso", señala un economista de la firma.

Ojo con el BCE

Pero los hay menos optimistas. Muchos expertos consideran que los problemas de la periferia todavía no están resueltos del todo y, de hecho, la institución que preside Jean-Claude Trichet se perfila como el mayor de los riesgos. En general, se da por hecho que el BCE acometerá nuevas subidas de los tipos de interés este año y el próximo, lo que podría echar por tierra los intentos de mantener los costes de financiación a raya.

"Los países periféricos aún están en apuros y las subidas de tipos no ayudarán", afirma Jonathan Cloke, gestor de fondos de Legal & General Asset Management, que apunta directamente a España e Italia. "Son conocidas por ser economías de crecimiento lento, pero si las tasas siguen elevándose, la cuestión será cómo podrán crecer lo suficientemente rápido para salir del problema", explica.

Las estimaciones sitúan los tipos de interés en el 1,75% antes de que acabe el año, lo que supone un incremento de un cuarto de punto con respecto al nivel actual, e indican a que llegará al 2% en el primer trimestre de 2012.

Otra de las faltas detectadas por los analistas es la dotación del fondo de rescate, que juzgan insuficiente. "Dudamos que este paquete por si solo traiga el final del los efectos de contagios y evite que la crisis de deuda se amplíe en los próximos meses", apunta Jonathan Loynes, economista jefe en Europa de Capital Economics. Desde Citi son de la misma opinión: "Su tamaño debe ser aumentado urgentemente".

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