Bolsa, mercados y cotizaciones

Con recesión o no, ojo a Wall Street

  • El fin del 'QE2' obligará a EEUU a probar que puede mantenerse por sí sola

Carecemos de una lectura precisa sobre por qué el lento crecimiento persiste para la economía", con esta frase lapidaria, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, despachaba a los periodistas en su segunda conferencia de prensa desde que el banco central de Estados Unidos optara por fomentar su transparencia.

Unas declaraciones honestas aderezadas con una rebaja de la perspectiva de crecimiento del país, que este año debería crecer entre un 2,7 y un 2,9%. Atado de pies y manos, el guardián de la economía norteamericana se ha quedado sin trucos en su chistera mientras la renta variable deambula sin rumbo fijo amedrentada por el tormento de una nueva recesión en el horizonte.

De momento, tanto el S&P 500 como el Dow Jones de Industriales y el Nasdaq Composite registran subidas aproximadas al 15% en su tasa interanual, sin embargo, en lo que llevamos de año, los resultados son más bien anémicos. El Nasdaq pierde cerca del 0,8% desde el pasado 3 de enero, mientras el Dow crece alrededor de un 3,6% y el S&P 500 se salva por los pelos de los recortes con un incremento del 1,2%.

La visión experta

Sobre el parqué de la New York Stock Exchange, los traders lo tienen claro: "El mercado carece de soporte propio, no será sostenible sin el apoyo de la Reserva Federal", advierte Alan Valdes, director de DME Securities. "Desde el comienzo de mayo el S&P 500 ha perdido cerca de un billón de dólares", aseguró al mismo tiempo que los expertos se fijan en las pérdidas a largo plazo y, de momento, "la caída está siendo importante".

Por su parte, Ken Polcari, de ICAP Equities, señaló que la renta variable "ya no logrará nuevos máximos en lo que queda de año". "Veremos un retroceso en el Dow, probablemente de un 5%, antes de que finalice el año y, a continuación, volveremos a subir de nuevo", comentó Joe Greco, director gerente de Meridian Equity Partners. No obstante y dicho esto, Greco cree que, en estos momentos, "no estamos en peligro de una recaída que nos conduzca donde estábamos dos años y medio atrás".

Parece que los inversores se olvidan de la dinámica que implica que el tercer año de legislatura presidencial en EEUU garantiza las subidas para las bolsas patrias. No hay que pasar por alto que desde 1939 el tercer año en la Casa Blanca para cualquiera de sus presidentes de turno se ha convertido en un talismán para la renta variable, que nunca ha registrado pérdidas anuales durante dicho periodo.

"El problema es que una subida del 1 o el 2% se considera alcista, en estos momentos se cumpliría la ecuación aunque realmente operamos planos", determina Bill Smick, vicepresidente de Dion Management Money. "La Administración Obama ya ha hecho todo lo que está en su mano para estimular la economía y crear empleo, pero los resultados no han sido los esperados", afirma.

Con la incertidumbre por montera, Bernanke, un académico de pura cepa, no encuentra una respuesta clara que esclarezca el rumbo de la primera economía del mundo. La desaceleración es evidente pero la pregunta clave en estos momentos es si EEUU volverá a ser pasto de las fauces de la recesión o quedará estancado en un crecimiento nulo. La respuesta supondrá, para bien o para mal, un punto de inflexión para los inversores, quienes revisan impacientes sus estrategias en busca de protegerse contra un posible tsunami bursátil.

Sí o no, esa es la cuestión

Robert Shiller, célebre profesor de economía de la universidad de Yale y coautor del índice de precios de vivienda Standard & Poor´s Case Shiller, fue claro al reconocer a este periódico que está "preocupado" por el contexto macroeconómico actual. "Tanto la caída de los precios inmobiliarios como la pérdida de confianza, ya han causado estragos en la renta variable", dijo. "Bernanke y otros expertos siguen siendo optimistas, pero creo que existe una posibilidad sustancial de caer en una nueva recesión", añadió.

Para Shiller, un cazaburbujas que adelantó el colapso subprime mucho antes de su azote a finales de 2007, "los ciudadanos creen que EEUU se aleja de la era de la prosperidad y eso no se incluye en los modelos económicos, pero la preocupación está ahí". "Creo que los cambios económicos reflejan profundos cambios sociológicos", explicó.

No hay que olvidar que el precio de la vivienda opera por debajo de los niveles mínimos registrados en marzo de 2003, el paro sigue anclado en el 9,1 por ciento e indicadores como el de manufacturas del Empire State, el PMI de Chicago, etc? han decepcionado al consenso del mercado durante las últimas semanas.

Distintas versiones

Una vez más, la botella está medio llena o medio vacía, según como se mire. Marc Chandler, estratega jefe de Brown Brothers Harriman, el mayor banco privado de EEUU, aseguró durante una entrevista con elEconomista que "existen señales que indican que podríamos ver una mejora de los datos. Al fin y al cabo parte de los problemas han estado provocados por factores externos como el terremoto en Japón, los problemas en Europa y el mal tiempo en Estados Unidos". La lista de problemas, similar a la que baraja el propio presidente de la Reserva Federal, se ha repetido ya hasta la saciedad.

Los precios del crudo también han hecho mucho daño durante los últimos meses, especialmente al aumentar las presiones inflacionistas a este lado del Atlántico, donde un incremento en el galón de gasolina implica que los consumidores recorten el gasto familiar.

De momento, esta semana la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sorprendió al mercado liberando 60 millones de barriles de crudo, la mitad provenientes de EEUU, para hacer frente a posibles interrupciones especialmente dada la situación en Libia y aledaños. La reacción fue inmediata, los futuros de West Texas y Brent recuperaron la senda bajista, aunque es cierto que este último todavía opera por encima de los cien dólares el barril.

El estratega jefe de JP Morgan Funds, David Kelly, indicó recientemente durante una conferencia que técnicamente la economía estadounidense sigue en expansión. Según su parecer, las contrataciones crecen, las compañías tendrán eventualmente que adquirir nuevo equipamiento y el vapuleado mercado inmobiliario tendrá que comenzar a resurgir. "Tenemos que subir, incluso con un exceso de inventarios en todo el país", aseguró. Kelly se aventuró a adelantar que el país podría recuperar una tasa de paro del 5 por ciento en los próximos cuatro años. Según su parecer, sectores como la automoción o la vivienda operan bajo mínimos, por lo que en algún momento volverán a repuntar.

Entonces, ¿dónde invertimos?

Para algunos expertos, la estrategia es clara entremos en recesión o nos quedemos a las puertas, con un crecimiento anémico. Thomas J. Lee, estratega de JP Morgan, esboza un portafolio donde reinarían los blue chips que paguen altos dividendos. Según explica "todavía existe espacio para que las compañías aceleren los retornos a sus inversores en forma de dividendos".

Cabe recordar que durante el último año, las compañías estadounidenses que componen el S&P 500 han devuelto un total de 622.000 millones de dólares a sus inversores, bien sea por aumento de dividendos o recompra de acciones. Esta cifra todavía está lejos de alcanzar los 832.000 millones de dólares registrados en 2008 pero con las empresas todavía expectantes a los devenires de la economía, los niveles de efectivo alcanzan récords históricos de 800.000 millones de dólares, según la consultora Birinyi Associates.

Por sectores, el consumo discrecional y de productos básicos se llevan la palma, especialmente en momentos de incertidumbre macro- económica. En el último mes, las utilities, las telecos y las compañías de productos básicos son las que menos han contribuido a las caídas experimentadas por el S&P 500, afectado especialmente por el sector financiero y las tecnológicas.

Y si hay desaceleración...

Jay Ferrera, gestor de fondos para Farmers and Merchants Trust Co, recomendó para protegerse de la desaceleración económica reducir la exposición al sector industrial y bancario pero indicó que en el caso de una recesión, los bonos del Tesoro podrían convertirse en un refugio aunque el interés de los bonos a 10 años en estos momentos es del 2,92 por ciento, históricamente baja. En estas circunstancias recomienda mirar a bonos de deuda extranjeros de países que ofrezcan una mayor rentabilidad a EEUU.

Desde Bank of America Merrill Lynch, su estratega jefe, David Bianco, también opta por una estrategia orientada a las compañías que presentan potencial de incrementar este año sus dividendos, centrada en la renta variable de EEUU frente a la europea y en los mercados emergentes. En particular, Bianco recomienda compañías tabacaleras estadounidenses y empresas latinoamericanas que repartan dividendos entre sus inversores. Algunos de los nombres que destacan en su último informe son Walt Disney, McDonald´s, Nike, News Corp, Starbucks, Costco Wholesales, CVS Caremark, Exxon Mobil o Monsanto.

Por su parte, George Evans, director del fondo de inversión internacional de Oppenheimer, trazó su estrategia de inversión ante la nublina económica durante una conferencia en Chicago, donde afirmó que apuesta por las compañías de consumo y lujo orientadas a los mercados emergentes. "Compañías como Diageo van a tener enormes oportunidades en países como India", afirmó. "También nos gustan las compañías de lujo con amplia exposición en Asia, al fin y al cabo el 40 por ciento de este mercado estará en China en las próximas tres décadas", añadió. Sobre todo ahora que su primer ministro, Wen Jiabao, afirmó el viernes que la inflación, su principal preocupación, está bajo control.

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