Bolsa, mercados y cotizaciones

IAG aterriza en el Ibex 35 con un deterioro en su recomendación

La nueva Iberia-British Airways volverá previsiblemente al índice mañana 8 de marzo, pero pierde parte de su atractivo

El Comité Asesor Técnico (CAT), el órgano encargado de revisar la composición del Ibex 35, se reúne mañana para decidir si incorporan a International Airlines Group (IAG) al selectivo.

Ha pasado un mes y medio desde que Iberia dejó de cotizar y desapareció del Ibex 35, pero si el CAT aprueba la entrada en el índice del nuevo grupo aéreo, fruto de la fusión entre Iberia y British Airways, la aerolínea lo haría con un evidente deterioro en su recomendación.

Así lo estiman los analistas, que pese a que tienen en cuenta que la decisión del CAT se está demorando, cree que sigue siendo la compañía con más posibilidades.

"IAG cumple con los requisitos, por lo que no vemos motivos para pensar que no vaya a ser incluida. Hay que recordar que excepcionalmente Iberdrola Renovales y Criteria entraron en el Ibex sin computar dos trimestres, porque las dos cumplían sobradamente con los requisitos", asegura Alberto Roldán, analista de Inverseguros.

Por lo pronto y aunque IAG no lleva ni dos meses cotizando como tal, el volumen que consiguió en el último mes ya sitúa a la aerolínea como la vigesimotercera compañía con mayor negociación de la bolsa española.

Mientras que un portavoz oficial de Iberia consultado por este periódico afirmó desconocer si la aerolínea entrará o no en el Ibex 35 en la próxima revisión y si los expertos financieros de la aerolínea han previsto esta posible incorporación al selectivo, las firmas de inversión parecen decantarse claramente.

"La elevada liquidez del valor nos hace pensar que lo más probable es que se reincorpore IAG al índice, lo que sería positivo para la compañía", explica la analista de Renta 4 Natalia Aguirre, quien considera que los siguientes valores mejor posicionados serían Prosegur y en segundo lugar Zardoya Otis.

Eso sí, en medio de este optimismo, también es cierto que lo haría con una recomendación de compra que en las últimas semanas ha perdido fuerza llegando incluso a situarse en la cuerda floja. ¿Qué es lo que ha ocurrido para que el nuevo gigante aéreo experimente ese cambio en tan poco tiempo? Una vez más el petróleo es la causa.

La clave del petróleo...

Desde que las acciones de Iberia dejaron de cotizar en el Ibex 35 el pasado 20 de enero hasta hoy el precio del barril Brent -de referencia en Europa- ha pasado de los 96,58 dólares a los 115,9 dólares, un incremento que sin duda se refleja en los costes del grupo, aunque haya decidido trasladar parte de la subida al cliente final encareciendo los billetes.

El combustible es estratégico para el negocio áereo porque representa la tercera parte de los costes en condiciones normales. Aunque, tras la subida del Brent, su peso se disparará.

En la reunión con los analistas que tuvieron el pasado viernes 25 de febrero, Willie Walsh, presidente de IAG, y Rafael Sánchez-Lozano, consejero delegado de Iberia, el ejecutivo español dejó claro que la factura del combustible para el actual ejercicio -si sigue la peligrosa situación actual- pasaría de los 3.100 millones de euros a los 5.100 millones de euros.

Existe también un problema añadido. Tanto IAG como el resto de grandes aerolíneas internacionales han aprendido de sus errores.

En la anterior subida del petróleo, en el año 2008, el Brent llegó a alcanzar casi los 150 dólares. Ante esa perspectiva, las compañías aéreas comenzaron a cerrar acuerdos de cobertura de riesgos en los que se esperaba un horizonte con el petróleo a 200 dólares. La sorpresa llegó de manera inesperada, en pocos meses, el barril fue cayendo de la misma manera en la que subió y se puso en 36 dólares. La mayoría de estos contratos hicieron perder mucho dinero a las aerolíneas.

Tras esa experiencia, la duda es saber si el sector ha aprendido a gestionar la crisis del petróleo. Por lo pronto, ahora es mucho más precavido y, sobre todo, bastante más hermético al anunciar cómo son los contratos que cubren su combustible y qué porcentaje está asegurado ante cualquier subida. La situación actual es parecida a la de hace tres años, pero el desenlace es casi imposible de conocer.

...y el causante de los recortes

Por lo pronto y a la espera de cómo termine el conflicto en Oriente Medio y de cómo puedan repercutir las revueltas en el precio del petróleo en las próximas semanas, los bancos de inversión han empezado a recortar las previsiones de beneficio para la mayoría de las grandes aerolíneas mundiales. Y el grupo IAG no es una excepción.

Desde que comenzaron las tensiones en Túnez el pasado 14 de enero, la media de analistas que sigue el negocio de IAG ha reducido un 8% los resultados estimados de la compañía para 2011, desde los 439 millones a los 404 millones de euros. Un tímido tijeretazo, no obstante, en comparación con los que pueden experimentar otras aerolíneas de la talla de American Airlines o Air Berlin.

Asimismo, la posibilidad de que el negocio de las aerolíneas pueda verse muy perjudicado si sigue la escalada de los precios del petróleo ha llevado también al consenso de mercado, recogido por FactSet, a reducir su valoración un 3%, desde los 3,9 a los 3,78 euros por título.

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