Ya hay resultado. El Tesoro ha celebrado hoy la subasta de bonos a 10 y 15 años. Entre ambas emisiones ha colocado 2.403 millones de euros pero para ello ha tenido que pagar un 18% más por los bonos a 10 años y un 31% más por la deuda a 15 años.
El Tesoro ha tenido que romper el cerdito para colocar su deuda por segunda vez esta semana (el martes ya se vio obligado a pagar el 46 por ciento más en la subasta de letras a 12 meses y el 40 por ciento más para las letras a 18 meses). Hoy ha celebrado una subasta de bonos a 10 y 15 de años en los que esperaba obtener entre 2.000 y 3.000 millones de euros con una rentabilidad del 4,85 en los bonos a 10 y un 4,65 por ciento en los de 15.
Ha conseguido su objetivo en cuanto a captación ya que ha vendido 2.403 millones de euros. Pero no en lo que se refiere a rentabilidad. El rendimiento que ha pagado por los bonos a 10 años se ha quedado en el 5,44% y el que ha dado por la deuda a 15 asciende al 5,95%, lo que supone un encarecimiento del 18% para los primeros y del 31% para los segundos.
"Los inversores han perdido el apetito por los bonos españoles ya que aunque estén ofreciendo mejor rentabilidad que en el pasado, lo que buscan los inversores de bonos es que tengan una baja volatilidad y los bonos gubernamentales de la periferia ya no se comportan como bonos gubernamentales", afirman Justin Knight, de UBS. Y el miedo va para largo. De hecho, el servicio de estudios de S&P afirma que los gestores de deuda seguirán reduciendo su exposición a la periferia en 2011.
Y así lo demuestra el ratio de cobertura que han tenido ambas subastas. En la de bonos a 10 años éste ha sido del 1,44 veces, frente las 1,67 veces de la subasta anterior y en la de deuda a 15 años ha ascendido a 2,52 veces.