
A medida que la tensión en los mercados bursátiles comienza a hacerse más patente, los inversores recuerdan con más fuerza al que fue su guía: Alan Greenspan. ¿Dónde está cuando se le necesita? Su sustituto al frente de la Fed, Ben Bernanke, se ha mostrado menos sensible y complaciente con la situación del parqué.
Los últimos meses, el mercado de valores ha sufrido episodios periódicos de vértigo -alrededor de uno por semana- habitualmente por malas noticias respecto al mercado de hipotecas de alto riesgo o subprime, después de lo cual vuelve a alcanzar nuevas cumbres.
La semana pasada ocurrió algo. El mercado de valores tuvo tres días malos, uno de los cuales fue pésimo: los inversores abandonaron toda clase de activos de riesgo y buscaron la seguridad de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Lo más interesante sobre el desplome de 312 puntos en el índice Dow Jones el jueves fue la rapidez con que los mercados de futuros financieros comenzaron a barajar la posibilidad de que la Reserva Federal podría acudir al rescate con una reducción de tipos de interés en el cuarto trimestre de este año.
"En las últimas 48 horas, los futuros de fondos federales tuvieron el mayor cambio en previsión sobre la política de la Fed en meses", dijo el viernes Jim Bianco, director general de Bianco Research en Chicago.
Dos semanas atrás, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, presentó el informe semestral de política monetaria del banco central al Congreso y reiteró el punto de vista de que la inflación sigue siendo su principal preocupación. ¿Qué ocurrió para cambiar ese riesgo, al menos para quienes trafican futuros de tipos de interés?
Eslabón perdido
La bolsa se hundió. "Es un ejemplo directo del manual de Greenspan", dijo Bianco. "Además de todas las cosas maravillosas que hace la Fed, tales como promover precios estables y empleo máximo, bajo Greenspan la Fed se dispuso a asegurar que las inversiones bursátiles tuvieran el mayor retorno posible".
Esta no es la Fed de Greenspan. La "opción de venta Greenspan" se retiró con el ex presidente en enero del 2006. Una opción de venta le da al comprador el derecho de vender un título, materia prima, índice o contrato de futuros a un precio específico en una fecha específica. Comprar un derecho de venta protege al titular contra un descenso de precios.
La "opción de venta Greenspan" entró en el léxico después de varias gestiones de rescate de bolsas: Greenspan redujo la tasa de 24 horas de los fondos federales en 1995 después de la crisis del peso mexicano y la crisis financiera del Condado de Orange, estado de California, y nuevamente lo hizo en 1998 en respuesta al cuasicolapso del fondo de cobertura Long-Term Capital Management. Los inversores comenzaron a referirse a la opción de venta Greenspan, y a confiar en ésta, como una garantía implícita de que la Fed reduciría las tasas si las cosas se volvieran demasiado arriesgas en la bolsa, lo cual se había convertido en el pasatiempos favorito a finales de la década de 1990.
Medios para un fin
Greenspan heredó una tasa de inflación de 4,2 por ciento (si se usa el índice básico de precios al consumidor) de Paul Volcker en agosto de 1987 y lo redujo a la mitad en 18 años. Volcker ya había hecho la tarea pesada, al bajar la inflación básica desde su máximo de 13,6 por ciento en 1980.
A la vez que Greenspan era considerado un luchador contra la inflación, en realidad ponía más énfasis en lograr el máximo empleo sostenible, según Joe Carson, director de investigación económica global de AllianceBernstein. "Greenspan estaba mucho más dispuesto (más que Bernanke) a elevar los tipos de interés o a bajarlos si los cambios en las condiciones económicas actuales o potenciales se percibían como una amenaza para la búsqueda de máximo empleo (o crecimiento) y en definitiva a la estabilidad de precios", escribió Carson en un informe reciente para clientes.
Más que límites de velocidad para el crecimiento o techos para la inflación, Greenspan "se concentraba en cambio en los desequilibrios que engendrarían tensiones económicas y de precios", dijo.
Estilo de gestión
Por ejemplo, la inflación básica ha estado sobre la franja de tranquilidad de la Fed de 1 a 2 por ciento por algún tiempo. Bernanke no ha dado señales de que está contemplando una reducción de tasas, pese a tener en frente a una recesión en el sector de viviendas y un crecimiento inferior a la tendencia el año pasado.
El IPC subió un 2,2 por ciento en los 12 meses concluidos en junio, frente a un pico reciente de 2,9 por ciento en septiembre del 2006.
Esa tasa de inflación no representó un obstáculo para Greenspan, quien redujo los tipos de interés 16 veces en el último decenio de su gestión con una inflación básica de 2,2 por ciento o más "porque otros desequilibrios económicos o financieros eran más acuciantes en el momento", dijo Carson.
Al grano: si Greenspan fuera presidente de la Fed, ¿reduciría las tasas ahora? Probablemente no, dijo Carson, pero se inclinaría en ese sentido. Uno puede imaginarlo exponiendo un argumento complejo de que la única razón por la cual el IPC básico es superior a 2 por ciento es "porque los costos habitacionales del IPC están basados en alquileres imputados, no precios reales", dijo Carson. Greenspan era flexible.
Crisis
La respuesta en los mercados de futuros de tipos de interés la semana pasada demuestra lo difícil que resulta que los operadores e inversores abandonen expectativas de que la Fed responderá a cada crisis.
"La definición de una crisis en la era de Greenspan era un ambiente en el mercado que impidiera que un operador recibiera 100 por ciento de su potencial de bonificación", dijo Bianco. "Aún operamos así".
Bernanke está tratando de separar al mercado de esa forma de soporte vital artificial. Es un proceso lento, y en momentos de tensión, los viejos hábitos se reafirman. En momentos como estos, es importante recordar que "Greenspan ya no es el presidente de la Fed", dijo Bianco. "Es un pequeño secreto sucio que poca gente conoce".