
La industria petrolera está viviendo uno de sus momentos más turbulentos en décadas. Lo que comenzó como una estrategia de disciplina interna en la OPEP y sus socios se ha transformado en una auténtica guerra de precios que está golpeando duramente a las principales petroleras internacionales, con ExxonMobil como una de las primeras grandes víctimas.
El cambio de estrategia de Arabia Saudí marcó un punto de inflexión hace unas semanas. Y es que después de años asumiendo la mayor parte de los recortes de producción para mantener los precios estables, el reino saudí dio un giro de 180 grados. "Podemos convivir con un periodo de precios del petróleo bajos por mucho tiempo", llegó a decir una fuente del país árabe a la agencia Reuters en mayo. Una transformación en la política energética del país que responde a múltiples factores.
Por un lado, busca castigar a países como Kazajistán e Irak, que han estado incumpliendo sistemáticamente sus cuotas de producción dentro del cártel. Por otro, pretende recuperar cuota de mercado frente a productores como Estados Unidos, que han ganado terreno significativo en los últimos años gracias al fracking.
Y ahí están las cifras: la OPEP+ ha acelerado drásticamente el bombeo de crudo a lo largo de este año. Lo que comenzó en abril con incrementos de 411.000 barriles diarios se ha intensificado progresivamente. En mayo y junio se mantuvieron estos volúmenes, pero de cara a agosto, la alianza sorprendía al mercado anunciando un aumento de 548.000 barriles diarios, superando las expectativas de los analistas que preveían 411.000 barriles. Un ritmo que, de mantenerse, podría eliminar por completo de cara a octubre el recorte del bombeo mantenido en los últimos años.
Vaivenes que han provocado volatilidad en el mercado del crudo. Después de tocar el barril de Brent los 78 dólares a principios de año, ha caído hasta los 69 dólares, acumulando un descenso del 11% en lo que va de ejercicio.
De hecho, tan abruptos han sido los movimientos de los últimos meses que en Brent llegó a perforar la barrera de los 60 dólares a comienzos de mayo, tocando mínimos no vistos desde 2021. Así, un mercado con sobreoferta y la expectativa de un crecimiento global más débil por los aranceles de Trump han llevado a que algunos analistas proyecten que el barril podría acercarse a los 50 dólares en 2026 si persiste la actual dinámica. Algo que pone en jaque la rentabilidad de la industria petrolera.
"A pesar del reciente repunte del precio del petróleo, el precio medio en lo que va de año, 70 dólares por barril, sigue siendo muy inferior a la media del año pasado, 80 dólares por barril", exponen desde J. Safra Sarasin AM.
ExxonMobil, la primera víctima
Y todo lo refleja el último aviso a navegantes que lanzaba en las últimas horas el gigante energético estadounidense ExoonMobil. Los beneficios del segundo trimestre podrán caer en más de 1.000 millones de dólares a raíz del retroceso en los precios del crudo, y en casi 1.000 millones más por la debilidad de los precios del gas natural.
La petrolera, que en el primer trimestre de 2025 registró un beneficio contable de 6.800 millones de dólares en su división de exploración y producción (upstream), anticipa ahora un impacto negativo considerable en sus cuentas. Según el último documento remitido a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), ExxonMobil anticipa que la debilidad del petróleo restará entre 800 y 1.200 millones de dólares a sus resultados upstream en el segundo trimestre, mientras que la caída del gas natural supondrá una merma adicional de entre 300 y 700 millones de dólares.
Un golpe que, en cualquier caso, dicen que conseguirán compensar por los mejores márgenes en otras áreas de negocio, especialmente, en productos energéticos y refino, que han mostrado una mayor fortaleza en los últimos meses.
Cifras que quedarán patentes en la presentación de cuentas de la compañía prevista para el próximo 1 de agosto. De momento, el consenso de analistas de FactSet estima una cifra de negocio para el trimestre de 80.100 millones de dólares, por debajo de los 93.100 millones en ingresos cosechados en el mismo periodo de 2024.
En lo que va de año, la acción de ExxonMobil acumula una revalorización del 3% en bolsa, algo menos de la mitad del 6,76% que avanza el conjunto del S&P 500 en el periodo.