
El mercado se ha mostrado en estas últimas semanas totalmente dependiente de Donald Trump y sus decisiones. No solo la bolsa, también en renta fija los inversores se han balanceado a un lado y al otro en función de las noticias que han ido surgiendo sobre la política comercial de Estados Unidos frente al resto del mundo.
Si la semana pasada los inversores optaron por huir de los activos de deuda del país norteamericano al descontar un mayor riesgo de repunte de la inflación que impidiera a la Fed seguir recortando los tipos, en esta, tras el anuncio de la tregua arancelaria propuesta por Trump durante los próximos tres meses para negociar los posibles acuerdos, ha hecho que los flujos de capital regresen, en parte, a la deuda soberana norteamericana.
En estas cuatro sesiones, el T-Note ha recortado la rentabilidad exigida en el mercado secundario en 20 puntos básicos, hasta el 4,3% desde el 4,5% que llegó a marcar en lo peor de esta última crisis. Con estos precios, el mercado ya no espera una rebaja de tipos en la próxima reunión de la Reserva Federal, en la primera semana de mayo. De cara al resto del año podría haber 3 o 4. Trump no ha dejado pasar la oportunidad para seguir metiendo presión a Jerome Powell en este sentido.

Desde Julius Baer aseguran que "la política estadounidense no favorece su estatus de refugio seguro". "La errática política comercial norteamericana y una postura fiscal insostenible no auguran nada bueno para el estado de refugio seguro del dólar estadounidense y los bonos del Tesoro, aunque parte de la dinámica del mercado pueda explicarse por factores técnicos", agregan. "Somos partidarios de un posicionamiento defensivo en duración estadounidense y deuda corporativa de alta calidad, dado que la incertidumbre va a continuar y los riesgos para el crecimiento han aumentado", comentan en Fidelity.
Se relaja el diferencial con Europa
Este aumento de la tensión en los mercados había llevado a los inversores de deuda a salir de los bonos estadounidenses y entrar en los de otras regiones como los europeos. El bono alemán también ha cotizado con ganancias esta semana y su rentabilidad ha caído 10 puntos básicos, hasta el 2,46% a 10 años, la mínima desde hace mes y medio, antes del inicio de la guerra arancelaria.