La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no recortará la producción de crudo en la próxima reunión de junio, según fuentes de la propia OPEP y delegados de los países implicados. De este modo, seguirá siendo EEUU el único país que podría ver reducido su bombeo de crudo por el efecto de los precios, que sigue minando el beneficio de la industria petrolera del país. Dentro de este escenario es prácticamente imposible que se drene la sobre-oferta actual del mercado de crudo (unos dos millones de barriles al día).
Según las fuentes consultadas por la agencia Reuters, varios representantes de Arabia Saudí han afirmado que no piensan mover ficha hasta que comprueben el compromiso real de Rusia para congelar la producción de crudo.
Ali al-Naimi explicaba la semana pasada que un recorte de la producción no es en este momento una opción. Sin embargo, este dirigente saudí se mostró satisfecho con el acuerdo para congelar la producción, puesto que este siempre debe ser el primer paso para implementar otras medidas más efectivas sobre los precios del oro negro.
La intrahistoria
En los últimos 19 meses el crudo se ha desplomado cerca de un 70%. El exceso de oferta en el mercado tras la entrada de la industria del fracking o del crudo extraído de aguas ultra-profundas ha provocado que se produzca más petróleo del que se consume. De este modo, los precios se han derrumbado hasta tocar los 26 dólares por barril, aunque ahora parecen haberse estabilizado en torno a los 34 dólares, un precio que sigue siendo muy bajo para que los países miembros de la OPEP logren equilibrar sus presupuestos.
Los grandes productores de crudo (salvo EEUU donde la industria es privada) están negociando para limpiar ese exceso de oferta y lograr que los precios alcancen niveles más elevados. Sin embargo, el acuerdo aún parece lejano a pesar del primer entendimiento para congelar la producción. "Quizá a finales de año se puede llegar a un acuerdo para recortar la producción, pero en junio esta posibilidad está casi descartada", ha explicado una fuente de la OPEP a Reuters.
Ahora mismo Arabia Saudí está estudiando la jugada. Nadie se fía de Rusia, pero es que Irán tampoco está ayudando demasiado. "Nadie en la OPEP sabe lo que está pasando en los campos petrolíferos de Irán, así que los saudíes quieren ver qué sucede en realidad", a partir de los hechos se pueden comenzar a implementar nuevas estrategias.
Si Rusia cumple y congela la producción, será otro paso importante. Pero nadie se fía de Moscú por los antecedentes. En 2001 Rusia aceptó cooperar con la OPEP, sin embargo no cumplió lo acordado y aprovechó para incrementar sus exportaciones.
Por eso no resulta extraño que Naimi declarase abiertamente la semana pasada que "si Rusia prometiese un recorte de la producción no lo harían efectivo. No tiene sentido perder el tiempo en busca de recortes de la producción". Primero hay que poner en marcha una estrategia menos drástica como es la congelación de la producción, si este acuerdo se implementa de forma real entonces se puede hablar de dar más pasos.