
El metal precioso ha respondido con subidas en cada una de las sesiones en las que las acciones se han desplomado como consecuencia del nuevo 'crash' que se ha vivido en China. Esto devuelve al oro el atractivo como inversión... aunque solo a corto plazo.
El año 2015 no fue un buen año para el oro. De hecho, ni siquiera en los momentos de pánico como fue el del crash del 24 de agosto, el metal amarillo consiguió brillar. Su estatus como activo refugio fue del todo cuestionado pero a juzgar por el comportamiento que está teniendo en estas primeras sesiones de 2016, el oro puede volver a encontrar un hueco en las carteras. En estos primeros cinco días de infarto, el metal ha conseguido cerrar al alza en cuatro de ellos, coincidiendo con las grandes caídas de la bolsa. De hecho, acumula en 2016 una rentabilidad superior al 3,5 por ciento y ha encadenado su mayor racha alcista desde mediados de octubre.
Y lo que le queda... Al menos si se tiene en en cuenta que, pese al rebote de ayer, los índices bursátiles aún tienen más opciones de protagonizar un recorrido a la baja tras haber perdido ya soportes que hacerlo al alza, y el oro puede ayudar a reducir las pérdidas de la cartera. Al menos así piensan los analistas de Ecotrader que esta semana han abierto una estrategia alcista sobre el oro. ?Llevábamos mucho tiempo diciendo que el oro ofrecería oportunidades si tocaba los 1.000 dólares y aunque no ha llegado a esos niveles se ha quedado muy cerca y por eso hemos comprado?, afirma Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader que considera que su primer objetivo se sitúa en los 1.200 dólares, un 9,09 por ciento por encima de sus niveles actuales.
A pesar de que los fundamentales siguen sin justifican la inversión en oro -la demanda sigue siendo descendiente, el alza de los tipos de interés en EEUU sigue jugando en su contra y no hay presiones inflacionistas sino todo lo contrario-, el pánico que se está viendo en el mercado es tan grande que sí justifica su entrada en la cartera en un mercado en el que faltan alternativas con potencial.
Así lo apuntaba también a finales de 2015 José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España cuando afirmaba que ?al final la desconfianza hacia los activos financieros tradicionales y sobre los riesgos que ellos derivan acaba más tarde o más temprano beneficiando al metal amarillo?.
Sin embargo, ese potencial a corto plazo no se repite para quien esté pensando en invertir a largo plazo ya que hay que recordar que los fundamentales no acompañan. ?Si se mantiene la aversión al riesgo en el mercado, se seguirá respaldando la inversión en oro y plata pero aunque los precios pueden subir a corto plazo, la expectativa a medio y largo plazo es que ambos metales sigan sin estar de moda?, afirma Carsten Menke, analista de materias primas de Julius Baer.
Las opciones para invertir en oro son varias. Una de ellas es la de comprar acciones de mineras, ya sea directamente o vía fondos, pero la correlación que guardan con el mercado de acciones es alta por lo que no es la opción más defensiva. Otra es comprar fondos que invierten en derivados de oro y ahí el problema es que la amplia mayoría de productos invierte en futuros de manera demasiado diversificada . Y la tercera es comprar ETF que repliquen solo el comportamiento del oro.
En el mercado mundial -no es necesario que un ETF esté listado en bolsa española para comprarlo- hay más de 300 productos de este tipo, según datos de Morningstar. Uno de ellos es el SPDR® Gold Shares, el ETF de oro más grande del mercado con más de 20.000 millones de euros en activos bajo gestión. En lo que va de año se anota una apreciación del 3,82 por ciento. Parecidas rentabilidades presentan el resto de los cinco ETF más grandes que cotizan en mercado (Ishares Glod Trust, ZKB Gold ETF AA, ETFS Physical Gold y ETFS Gold Bullion Securities) ya que ofrecen rendimientos de entre el 2,94 y 3,82 por ciento.