
Competencia, 'fracking', OPEP, luchas internas entre los productores, eficiencia y crisis. Estas son las palabras clave de la historia que explica que el West Texas (barril de referencia en EEUU) se haya hundido alrededor de un 47% en los últimos 6 meses.
Según relata The Wall Street Journal, desde 1970 Nigeria ha exportado de forma estable petróleo a las refinerías de EEUU. Hasta poco antes de 2010, el país africano vendía 1 millón de barriles al día a la primera potencia económica del mundo.
Pero en 2008 comenzó la historia de un cambio radical. Cerca de un pueblo llamado Cotulla, entre San Antonio y la frontera con México, fue donde se perforó el primer pozo en la gran formación conocida como Eagle Ford Shale. Es una formación de roca sedimentaria muy rica en esquisto y shale oil. Desde entonces los pozos y la inversión se han multiplicado en esta formación hasta el punto de que a día de hoy emplea a unas 116.000 personas.
El cambio ha sido radical, ya que en julio de 2014 las exportaciones de crudo desde Nigeria a EEUU se habían reducido a cero. El 'fracking' se ha extendido y las importaciones americanas de crudo han caído en picado en un país que siempre ha sido un gran cliente para muchos exportadores. Nigeria ha tenido que buscar nuevos clientes en Asia, reduciendo el margen por barriles y erosionando los ingresos procedentes del crudo.
Aunque este cambio ya parece drástico, lo peor para los países exportadores puede estar por llegar. Y es que las previsiones hablan de que EEUU seguirá aumentando su producción de petróleo: la EIA espera que alcance los 9,3 millones de barriles por día en 2015, lo que supondría un incremento diario de 700.000 barriles respecto a la media de 2014. La mayor economía del mundo también es el mayor productor de oro negro.
Entre los años 2009 y 2010 la demanda de petróleo creció con fuerza ya que el auge de los emergentes compensaba la debilidad del mundo desarrollado. Este incremento de la demanda, junto a otros factores, provocó que el precio del crudo se disparase, lo que incentivó la entrada de nuevos competidores en el mercado. La maquinaria estadounidense respondió a la llamada y se puso manos a la obra: "Fue una carrera por encontrar petróleo y nosotros encontramos toneladas", explica Dean Hazelcorn, experto en materias primas, a The Wall Street Journal.
A día de hoy más de 200 equipos de perforación se encuentran sólo en el sur de Texas, reventando y agujereando rocas para extraer shale oil. Estos pozos son grandes, tienen mucho petróleo de calidad y junto con el resto de la producción de EEUU logran sacar 9 millones de barriles al día.
Lo mejor de todo es que EEUU puede producir muchos más barriles porque tiene la capacidad y el capital para realizar las inversiones necesarias, pero el problema es que una ley que data de 1970 impide que el petróleo extraído en suelo estadounidense puede exportarse al mundo. Pero si llega el día en que esa ley pase a ser papel mojado, la guerra del petróleo puede alcanzar cotas insospechadas hasta ahora.
Menos demanda y más oferta
Por otro lado, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha revisado a la baja por cuarta vez en los últimos cinco meses su previsión de consumo mundial de petróleo para 2015, que crecerá en 900.000 barriles diarios en vez de los 1,13 millones anteriormente estimados.
Y es que tanto la ralentización de la recuperación económica en Europa, como el menor crecimiento previsto en China y los emergentes, junto al continuo aumento de la eficiencia de los vehículos y maquinarias alimentadas con gasolina o derivados, están ayudando a que la demanda no crezca al mismo ritmo que hace años.
Además, "la creciente oferta de petróleo de EEUU parece impulsar la producción de países al margen de la OPEP a un crecimiento récord de 1,9 millones de barriles diarios en 2014, aunque se espera que el ritmo se ralentice a 1,3 millones de barriles diarios el próximo año", indicó la AIE.
En el caso de la OPEP, el suministro de crudo durante noviembre disminuyó en 315.000 barriles diarios, hasta 30,32 millones al día, por los problemas de producción en Libia. Pero se mantuvo 765.000 barriles diarios por encima del nivel de noviembre de 2013.
Luchas internas en entre los exportadores de crudo
La diferencias religiosas dentro de los países musulmanes y el enfrentamiento en algunos conflictos bélicos en Siria o Libia ha llevado a que varios países utilicen el petróleo como arma de presión sobre otras naciones. Ha dado la casualidad que la forma más eficiente de hacer presión consiste en inundar el mundo de petróleo para que baje el precio y así se resientan los presupuestos de determinados Gobiernos.
Arabia Saudí es el productor que lidera este movimiento de desgaste: Irán e Irak están en el punto de mira. La rivalidad entre estos países reside en sus diferencias religiosas y sus posiciones encontradas en los conflictos internacionales. Arabia Saudí, de población mayoritariamente sunita, está apoyando a los rebeldes (sunitas también) en el conflicto de Siria. Por otro lado, Irán e Irak, de Gobiernos y población mayoritariamente chiita, apoyan al Gobierno de Bashar Assad (chiita) en esta guerra civil.
Por si esto fuera poco, hay un implicado más en este conflicto y que posiblemente es de los más afectados por la caída del precio del crudo. Rusia, uno de los mayores productores del mundo, siempre se ha mostrado como un fiel aliado del presidente sirio Bashar Assad. La economía rusa pasa por un momento crítico, sobre todo desde que se intensificó la guerra de precios en el crudo.
Estas posiciones encontradas podrían dar explicación o parte de ella a la decisión de Arabia Saudí de no recortar la producción de crudo en la última reunión de la OPEP. Este es el castigo impuesto por el productor más importante del cártel a los países que se han puesto de lado del Gobierno chiita de Al-Assad en Siria.
Competencia, fracking, luchas internas, decisiones de la OPEP y eficiencia. Este es el caldo de cultivo perfecto para que el petróleo viva una caída de su precio tan intensa. Muchas factores que han coincidido en el tiempo y que están llevando a que la oferta de petróleo crezca por encima de la demanda inundando el mundo en petróleo.