Adiós a Emilio Botín, el último banquero de raza. Banco Santander comunicó esta mañana el fallecimiento de su presidente, Emilio Botín, a través de un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Emilio Botín, de 79 años de edad, murió ayer por la noche en Madrid como consecuencia de un ataque al corazón. Duelo en la economía y la política: todas las reacciones.
Emilio Botín, de 79 años de edad, ha fallecido esta noche en Madrid como consecuencia de un ataque al corazón, según han informado a Europa Press en fuentes de la entidad cántabra. "Banco Santander lamenta comunicar el fallecimiento de su presidente, Emilio Botín", ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El consejo de administración de Banco Santander ha acordado por unanimidad nombrar presidenta de la entidad a Ana Botín. Tras la reunión del consejo de administración, la hija de Emilio Botín señaló que "en estos momentos tan difíciles para mí y mi familia, agradezco la confianza del consejo de administración y asumo con total compromiso mis nuevas responsabilidades".
Nacido el 1 de octubre de 1934 en Santander, Emilio Botín fue heredero de la tradición financiera de su familia, ya que su abuelo y su padre fueron presidentes del Banco Santander, y comenzó a dirigir esta entidad bancaria en 1986 de cuya expansión internacional fue artífice.
Su carrera universitaria la desarrolló en Bilbao, donde obtuvo la licenciatura en Derecho y Economía por la Universidad de Deusto. Su único hermano, Jaime, que es dos años menor que él, tuvo un desarrollo similar y también estudió en Bilbao. Botín deja al Banco Santander a las puertas de la resistencia histórica de los 8 euros.
En esta ciudad es donde Emilio Botín conoció a su esposa, Paloma O'Shea Artiñano, natural de Guecho (Vizcaya), con la que se casó en 1958 y con la que tiene seis hijos, Ana Patricia, Carolina, Paloma, Carmen, Emilio y Francisco Javier, que nacieron entre los años 1960 y 1975.
Emilio Botín entró en el Banco de Santander en 1958 y, tras ocupar diversos cargos en los servicios centrales del Paseo de Pereda, dos años después fue nombrado consejero. En 1964, con 30 años ya era director general y miembro de la comisión ejecutiva del consejo y seguiría tomando mayores responsabilidades progresivamente.
En 1971 fue elegido vicepresidente segundo, en 1977 asumió el cargo de consejero delegado y el 19 de noviembre de 1986 la presidencia.