Economía

Italia se la juega en las urnas: el nuevo Gobierno tiene que acabar con la deuda, la recesión y la corrupción

  • Los italianos acuden a votar para buscarle sustituto al tecnócrata Monti

Este fin de semana se celebran las elecciones en Italia, que fueron convocadas de forma anticipada después de que Mario Monti, el tecnócrata que tomó las riendas del país, anunciara que intención de abandonar el cargo. La incertidumbre sobrevuela el resultado de las urnas, pero lo que está claro es que quien entre en el Gobierno heredará un feo panorama, con una deuda de 2 billones de euros, una economía en contracción y diversos escándalos de corrupción.

Los italianos están llamados a los colegios electorales en solo dos días, el próximo domingo 24 y el lunes 25. Sin embargo, encuestas recientes recogidas por los medios locales indican que a estas alturas hasta un tercio de los ciudadanos no sabe por quién votarán o, incluso, se plantean no ejercer su derecho al voto.

De acuerdo con los últimos sondeos oficiales publicados, del pasado 8 de febrero -en Italia está prohibido publicar encuestas dos semanas antes de las elecciones-, será el Partido Democrático, liderado por Pier Luigi Bersani, el que se alce con la victoria, aunque solo en la Cámara Baja. En en el Senado esta formación se vería obligado a buscar la colaboración del primer ministro italiano saliente, Mario Monti.

El tercero en discordia, la alianza de centro-derecha que encabeza el exprimer ministro Silvio Berlusconi, se sitúa a una alejada distancia,con seis puntos de diferencia, pero el alto número de indecisos plantea un resultado impredecible.

La deuda

Pero hay algo seguro: el reto al que se tendrá que enfrentar el equipo de gobierno que tome las riendas del país.

Para empezar, está la cuestión de la deuda pública, que ha adquirido dimensiones mastodónticas. De acuerdo con los últimos datos publicados, correspondientes al mes de octubre, ya ha superado la barrera de los 2 billones de euros, una cifra sin precedentes históricos, tras incrementarse en 19.550 millones de euros respecto a septiembre y en 71.238 millones en los diez primeros meses del ejercicio. Ya supone el 126% del PIB, y se acercará al 127% al cierre de 2012, según con los cálculos del Banco de Italia.

Las medidas de austeridad puestas en marcha por Monti en noviembre de 2011 no han servido para frenar el crecimiento de la montaña de deuda y, aunque todos los partidos en la carrera presidencial han anunciado sus propias medidas para meter en cintura el endeudamiento del país, los expertos no prevén cambios a corto plazo. "Los inversores no deberían esperar una reducción significativa de la deuda, teniendo en cuenta la dolorosa recesión de Italia y la historia de sus anémicas tasas de crecimiento", señalan.

Ni la quita propuesta por el movimiento ciudadano Cinco Estrellas, comandado por el cómico Beppe Grillo, ni la venta masiva de activos estatales propugnada por la formación se Berlusconi serán suficientes, a ojos de los analistas. "Nadie piensa que Italia pueda reducir su deuda hasta el 90% del PIB en los próximos años. Un plan creíble para rebajarla se extendería unos 20 años", apunta Alberto Alesina, profesor de Política Económica en la universidad de Harvard.

La recesión

Además de la deuda, el nuevo gobierno recogerá también el testigo de la recesión. El producto interior bruto (PIB) de Italia cerró 2012 con una contracción interanual del 2,2%, tras registrar seis trimestres consecutivos de caída.

Esta situación, que no se había producido desde hacía veinte años, en el periodo comprendido entre 1992 y 1993, se debe a la disminución de los valores adjuntos en todos los sectores de la actividad económico y sienta un difícil escenario para 2013. De hecho, en sus previsiones de invierno publicadas hoy la Comisión Europea calcula que la economía italiana se contraerá el 1% en 2014.

Para impulsar el crecimiento Italia debe reforzar la impopular reforma del mercado laboral y recortar los costes laborales, implementar liberalizaciones, y reparar su "dolorosamente lento sistema judicial", apunta Luca Mezzomo, jefe de estudios macroeconómicos de Intesa Sanpaolo.

La corrupción

Por último, hay que señalar el grave problema de corrupción que afecta al país. En las últimas semanas, han se han sucedido las investigaciones por supuestos casos de corrupción en tres de las grandes empresas del país, empañando la campaña electoral. "Vuelve la Tangentópolis": la corrupción empresarial tiñe las elecciones de Italia.

El gigante de la defensa Finmeccanica, la petrolera Eni y el banco Monte dei Paschi di Siena -el más antiguo del mundo y el tercero más grande de Italia- están en el centro de la polémica por delitos como el soborno a funcionarios, el fraude contable, estafa o manipulación de los mercados.

Cansados de la corrupción, muchos ciudadanos aplauden las actuaciones judiciales, pero también identifican las conexiones de algunas de las empresas implicadas con ciertos partidos y sospechan si no habrá motivaciones políticas para las investigaciones judiciales en curso.

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