
En mitad de un debate creciente sobre la viabilidad de una Cataluña independiente, muchos analistas y economistas han escrito que si esta comunidad se independiza tendría que asumir la parte proporcional de la deuda del Estado español y que, sumada a la que ya tiene la Generalitat, la convertirá en financieramente inviable.
Pero Xavier Sala i Martín, catedrático de Economía de la Universidad de Columbia se muestra en desacuerdo con esta opinión y apunta cinco razones por las cuales "carece de sentido". A su juicio, "desde el punto de vista de la deuda y del acceso a los mercados financieros, Cataluña, sin España, estaría mejor".
En primer lugar, replica lo que han escrito muchos expertos. Esto es, que Cataluña tendrá que asumir una parte proporcional, el 20%, de la deuda española (que es del 80% del PIB o 800.000 millones de euros) y que eso, sumado al 21% del PIB que tiene la Generalitat la haría inviable.
Pero Sala i Martín asegura que estos datos son "mentira". Según el Banco de España, la deuda de la administración central del Estado no llega al 80% del PIB, ni la población catalana es del 20% del total de la española, sino que representa el 16%. Y precisa que el dato del 80% del PIB corresponde a la deuda total que incluye la de todas las comunidades autónomas. "Por tanto, los que utilizan el argumento de la deuda contra la independencia exageran porque contabilizan la deuda autonómica dos veces".
La deuda de la administración central del Estado es, en realidad, de 617.731 millones de euros. El 16% de esa deuda que "correspondería" a Cataluña serían 98.800 millones. Si a esta cantidad se le suma los 42.000 de deuda que tiene ahora la Generalitat, salen 141.000 millones. "La deuda catalana, pues, sería del 70% del PIB, una deuda perfectamente asumible".
Argumentos contradictorios
En segundo lugar, Sala i Martín entra en el terreno de los argumentos. Los mismos que dicen que si Cataluña se independizase tendría que asumir una parte de la deuda española dicen que la independencia es inconstitucional y que no hay ninguna ley que tenga previsto un proceso de secesión. Por eso ve "curioso que, si no hay leyes que prevean el proceso de independencia, ¿cómo saben que la ley va a obligar a Cataluña a asumir el 20% de la deuda española?. Lo que, de momento, está claro, es que esa deuda es del gobierno de España y los mercados se la van a reclamar a ese gobierno", apunta.
Sala i Martín también se pregunta qué ocurriría con los activos, puesto que "el argumento expuesto arriba solo habla de que Cataluña sería corresponsable de las deudas o los pasivos de España". Supongo que la misma ley imaginaria que dice que Cataluña debe hacerse responsable de su cuota de deuda también dirá que tiene derecho a su cuota de activos". Entre esos activos, por ejemplo, hay empresas públicas como AENA o Loterías del Estado o propiedades como el hipódromo de la Zarzuela, el museo del Prado o el Coto de Doñana. Lógicamente también están los bienes públicos que el Estado tiene en Cataluña.
"Si España le pasa el 20% de la deuda a Cataluña (e insiste en que la proporción de población catalana sobre la española no es del 20% sino del 16%), también le debería pasar el 20% de todos esos activos con lo que Cataluña podría venderlos inmediatamente y recuperar una parte del dinero para reducir todavía más su deuda", argumenta el Catedrático de la Universidad de Columbia.
Igual de mal con España que sin ella
Más razones. En cuarto lugar, señala que si bien se desconoce si Cataluña va a tener que asumir una parte de la deuda española si se independiza "lo que sí sabemos es que va a tener que asumir esa deuda si forma parte de España". En este sentido explica que si Cataluña se va tendrá que asumir una parte de la deuda, pero si se queda también. "Si Cataluña sigue en España, va a pagar los mismos impuestos que paga y una parte de ellos van a ir a pagar la deuda del gobierno español. "Por lo tanto, en el peor de los casos, estaría igual tanto si se independiza como si no, por lo que utilizar el argumento de la deuda es una auténtica bobada". Y añade: "En el mejor de los casos, si se independiza, se ahorrará el 40% de los impuestos que pagan los catalanes y que ahora desaparece por los fondos de solidaridad".
Finalmente, Sala i Martín celebra que "haya tanta gente capaz de ver el futuro" y lo que ocurriría si Cataluña fuera independiente. Pero, de momento, lo que es real, dice, "es que una Cataluña dentro de España y con este sistema de financiación autonómico sí que es financieramente inviable y no tiene acceso a los mercados internacionales".