
Whatsapp, una de las aplicaciones con más éxito en los dispositivos móviles de todo el mundo, está de nuevo en el centro de la polémica, tras decidir empezar a cobrar por su uso a los usuarios de Android.
La empresa fue fundada en 2009 por Jan Koum y Brian Acton, dos veteranos ex trabajadores de Yahoo que rompen con la imagen de un emprendedor joven e inexperto. Ambos mantienen un perfil bajo de cara al exterior, y apenas han concedido entrevistas, a pesar del éxito alcanzado.
Su idea, en principio, era crear una aplicación que simplemente indicase si el usuario estaba conectado o no para ponerse en contacto con él, pero no tuvo mucho éxito. Pero en el momento en el que incluyeron el chat, las descargas se dispararon. Aprovecharon las ventajas de los smartphones y de los móviles con conexión a Internet para crear un chat gratuito que servía de alternativa a los SMS.
Pero, ¿cómo lograron convertirse en los líderes de un complejo mercado con una dura competencia? A partir de entrevistas recogidas en gigaom y therecapp hemos desarrollado los principios y las claves seguidas por estos dos emprendedores desconocidos y su equipo.
1. Simpleza.
"Queríamos crear algo simple", explica Jan Koum, cofundador de la compañía. Es una aplicación en la que no es necesario registrarse, que no tiene publicidad, que no tiene elementos molestos, y que es casi gratuita (aunque esta situación ya está cambiando). "La gente quiere comunicarse fácilmente y usar un producto que simplemente funciones", dijo Koum.
2. Utilidad
"Lo que crees tiene que ser útil para las personas", señaló Koum. Whatsapp es un sistema de comunicación similar a los SMS, pero gratuito, por lo que facilita la vida de las personas.
3. Paciencia
Desde un primer momento, ambos emprendedores tuvieron claro que tenían que tener paciencia para que el producto funcionase lo suficiente como para ganar dinero. Gracias a su experiencia en Yahoo adoptaron una postura modesta y apostaron por no intentar monetizar el producto demasiado pronto. Eso les permitió en sus inicios el poder estar centrados en el desarrollo del producto con tranquilidad, sin tener que estar tan pendientes de los ingresos.
4. Disciplina financiera.
"Hay que tener disciplina financiera desde el primer día", advierte Koum. De lo contrario, te enfrentas al peligro de necesitar "magia" cuando te exijan rentabilidad.
5. Ser independiente
La compañía pretende ser independiente, no buscan financiación (aunque ha obtenido 8 millones de Sequoia), para poder trabajar con libertad y poder hacer lo que de verdad quieren.
6. Escuchar al cliente
No hacen publicidad, ni marketing. 17 de sus 20 trabajadores son ingenieros. Por ello, necesitaron un buen producto que se amoldase a las necesidades de la gente. "Hay que escuchar al cliente", insiste Koum.
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