
El banco francés Natixis ha dado un balón de oxígeno a ACS tras haber renunciado al derecho que mantenía a ejecutarle acciones de Iberdrola equivalentes al 1,2% de su capital siempre que el precio de estos títulos perdiera la cota de los cuatro euros por acción, tal y como sucede desde el 5 de abril. Florentino Pérez venderá activos por 540 millones para cubrir las pérdidas en Iberdrola.
La entidad financiera gala optó por exigir al grupo de construcción y servicios un incremento del coste de financiación antes que forzarle a la venta, pero este aumento no fue detallado al organismo supervisor, ni a los analistas. Natixis, además, ya había ampliado el año pasado el vencimiento del contrato de derivados hasta el 30 de marzo de 2015.
La entidad que dirige Carlos Perello mantenía el derecho a ejecutar 76,911 millones de acciones de Iberdrola, según explicó ayer el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Estas acciones están valoradas en unos 277 millones a precio de mercado de ayer, pero sólo son una pequeña parte del paquete de títulos que está bajo el paraguas de esta institución y que asciende a un 4,6%.
Aplazar el 'asalto'
El presidente de ACS, Florentino Pérez, no ha tenido desde el pasado martes sus mejores días. UBS y SG le exigieron que vendiera el 3,69% del capital de Iberdrola, una operación que se cerró ayer con importantes minusvalías y que le hace claudicar de su asalto a Iberdrola, al menos por el momento.
La fuerte caída de la eléctrica en bolsa provocó que el banco francés, tuviese que reclamar mayores garantías a la constructora.
Según los cálculos de los analistas de Credit Suisse suponen aportaciones de alrededor de 422 millones por cada 0,5 euros que cedan los títulos de Iberdrola.
La compañía que preside Florentino Pérez ostenta derechos políticos y de voto de las acciones controladas a través de Natixis. Sumadas a las que tiene directamente (0,9%), componen una participación total del 14,8%, lo que le mantiene como primer accionista.
Juicio Natixis vs Iberdrola
Natixis es uno de los principales aliados de ACS. En este camino, Iberdrola ha tenido algo que ver ya que mantuvieron un rifirrafe que les llevó a principios del año pasado a los juzgados.
La existencia de un acuerdo de equity swap con ACS sobre acciones de Iberdrola provocó las suspicacias de la eléctrica, que promovió ante el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid unas diligencias para que se requiriera a dicho banco la exhibición de estos acuerdos para poder analizarlos y ejercitar, en su caso, las acciones legales procedentes en derecho para obtener la privación de su eficacia y/o exigir las responsabilidades que en su caso pudieran corresponder.
Para ello, el Juzgado accedió a la solicitud de Iberdrola y, tras desestimar la oposición de Natixis a exhibir tales documentos, imponiéndole las costas, fijó para el 31 de enero de 2011 una comparecencia con objeto de que el banco exhibiera el original del acuerdo de equity swap, así como sus renovaciones hasta la fecha de la exhibición.
La entidad, que se había negado a aportarlos, finalmente llevó ante el juez unas fotocopias con tachaduras de tippex. A principios de año, además, el grupo constructor seguía perdiendo, uno tras otro, los juicios presentados contra la eléctrica y ya en aquel momento los analistas de UBS, JP Morgan y Nomura reiteraron la posibilidad de una desinversión, algo que Credit Suisse avisaba que le reportaría inmensas minusvalías. El banco JBCM, por su parte, se preguntaba tambien cuánto tiempo podría aguantar financieramente ACS.
La respuesta llegó ayer. El grupo que preside Florentino Pérez tuvo que iniciar las desinversiones para resolver su situación financiera, lo que supuso un auténtico lastre para las cotizaciones de Iberdrola y de ACS. La eléctrica bajó un 7,87% en la sesión del mercado bursátil de este pasado miércoles después de la venta de acciones representativas del 3,69% de su capital por parte de ACS, que a su vez se dejó un 6,06%. Las acciones de la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán oscilaron entre un mínimo y un máximo de 3,565 y 3,720 euros por título.
Iberdrola concluyó la jornada a 3,594 euros por acción, precio un 0,7% inferior al de 3,62 euros por título al que el grupo de construcción y servicios había colocado el paquete de acciones de Iberdrola. ACS registró la mayor caída del año (-3,99%) y cerró a 16,445 euros por acción, tras oscilar durante la sesión entre un mínimo y un máximo de 16,250 y 17 euros por título, respectivamente.
Forzada a vender
Los analistas de JP Morgan manifestaron su "sorpresa" por el "momento de la venta de ACS y el porcentaje vendido", al tiempo que aseguraron que la compañía de Florentino Pérez "se ha visto forzada a vender, ya sea para ayudar a cubrir los márgenes de garantía de los préstamos obtenidos para comprar la participación en Iberdrola o para ayudar a pagar otros vencimientos de deuda".
Por su parte, los expertos de Espirito Santo apuntan que esta medida "permitirá a ACS reducir su deuda neta general y también su necesidad de poner efectivo como garantía, ante la caída de las acciones de Iberdrola".
ACS prevé vender nueve líneas de alta tensión en Brasil (644 millones), las concesiones chilenas (153 millones de equity invertido) y la desinversión parcial de una autopista en EEUU, así como 750 MW de energía eólica (valorados en alrededor de 800 millones de euros).