
Cada vez se hace más evidente la necesidad de contratar un plan de pensiones privado para complementar una menguante pensión, en función del envejecimiento de la población. El miércoles, el Gobierno daba a conocer en el borrador de la nueva ley de planes de pensiones y seguros que, a partir de ahora, la máxima comisión de gestión que se aplicará a estos productos será del 1,5%, en lugar del 2% que se fijaba hasta ahora. Pero, ¿son muchos los planes que resultaban caros al inversor?
De los 1.470 fondos que hay actualmente en el mercado español para preparar la jubilación, según los datos de Morningstar, un 53,5% (787 productos) tienen una comisión de gestión de entre el 1,5 y el 2%, es decir, el nivel máximo. Por tanto, este es el porcentaje de planes que tendrá que bajar su comisión con la nueva reforma. Mientras tanto, sólo el 31,97% (470 productos) tiene un coste que va del 1 al 1,5%.
Es cierto que en algunos casos las elevadas comisiones en los planes de pensiones vienen justificadas por el éxito del gestor. "Que un plan sea caro o barato depende del valor añadido que se le esté dando al partícipe de planes de pensiones. Aquellos planes en los que el valor añadido que se le pueda dar por una gestión activa y, por tanto, un exceso de rentabilidad al plan, pueden tener una comisión de gestión extra, por ejemplo, planes de renta variable donde el buen hacer del gestor justifica una rentabilidad por encima de su comparación de mercado", apostilla a este respecto Javier Sánchez López, responsable de planes de pensiones de Citibank España. Pero en otros casos el gasto no está justificado.
Demasiado caros
El objetivo mínimo de un plan de pensiones es superar el coste de la vida, y el periodo en el que se debería analizar su comportamiento es, por ende, a largo plazo, según dictaminan los expertos. De no ser así, el inversor no sólo no ganaría dinero, sino que perdería poder adquisitivo. Pues bien, esto es lo que pasa en la mayoría de los casos.
De los 622 planes de pensiones que se comercializan en España desde hace diez años, sólo consiguen batir a la inflación el 42% (la tasa anualizada es del 2,7% en los últimos diez años). Por tanto, el 58% restante no cumple con la que debería ser la regla de oro de este tipo de productos. Pero esto no es todo. Además, de entre los que no consiguen batir a la inflación, el 63,17% está cobrando una comisión de gestión superior al 1,5%, e incluso del 2% en algunos casos, lo que se traduce en una constante pérdida patrimonial para el inversor. Tan sólo el 36,83% restante tiene un gasto de gestión por debajo de este nivel.
Se necesitan más medidas
En este contexto, el sector reclama otro tipo de productos de cara a preparar la jubilación. "La decisión de las comisiones es una pequeña parte de la tarea pendiente", apunta a este respecto José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
Y es que todavía hay varias tareas pendientes, entre las que está hacer más atractivo el tratamiento fiscal de los planes de pensiones y mejorar su liquidez. La alternativa perfecta sería crear la cuenta jubilación, donde el inversor pudiera acceder a distintos activos financieros y que éstos no tributasen hasta su retirada, independientemente del número de traspasos que realice. Con ello, aumentaría la competencia que hoy tienen los planes de pensiones y mejoraría su calidad.