
Esta semana se ha publicado el nivel de 'osos' más bajo desde los años 80 del pasado siglo
Semana histórica. Wall Street consiguió fijar niveles nunca vistos en la mayoría de sus principales referencias, liderado por un Nasdaq que cada vez se encuentra un poco más cerca de aquellos altos del año 2000. El Composite, de hecho, consiguió cerrar por encima de los 4.000 puntos por primera vez en más de una década.
Sin embargo, no todo fueron buenas noticias en lo técnico. Y es que como les he empezado a contar recientemente, la encuesta de Investors Intelligence marca niveles por encima del 40 por ciento en el diferencial que mide a alcistas contra bajistas, estando también la ratio que los relaciona claramente por encima del 3,5. Las dos últimas veces que esto sucedió, principios de 2010 y principios de 2011, el mercado vivió una purga lateral y bajista, respectivamente. Y las cosas siguen en la misma dirección, pues esta semana se publicó el nivel de osos más bajo desde los años 80 del pasado siglo; extremándose aún más ese par de referencias. Además, las ganancias semanales del mercado no vinieron de la mano de un descenso de la volatilidad hacia los mínimos de los últimos años, sino de un repunte nada despreciable si consideramos lo sucedido en la atípica sesión de ayer; con vuelta en un día incluida.
Se sigue haciendo historia y eso es bueno, pero sigo pensando en que una gran exposición a renta variable quizá no sea la mejor de las ideas para el corto plazo. De hecho, en Ágora, aunque hemos vuelto a llevar la exposición hacia niveles máximos en tendencia, lo hemos hecho, fundamentalmente, de la mano de ideas alternativas, buscando en Japón y las divisas ventanas con las que mantener un alto grado de participación en las inercias que consideramos dominantes pero sin que la renta variable vaya a poder ser tan protagonista como en meses anteriores, mientras estas circunstancias no se relajen. Las fuertes resistencias crecientes que deben enfrentar muchos índices del mercado también deberían tenerse en cuenta.