Firmas

La suma de escándalos coloca al MAB entre el cierre y la renovación

  • Ebioss, Bionaturis y Facephi, en el punto de mira ante la falta de control
Imagen: archivo

La energética Ebioss cerró el martes con una caída del 28,7% después de que unas informaciones apuntaran a que había inflado la facturación de su filial portuguesa. La compañía, que reconoció que los datos estaban edulcorados o, por lo menos, que no se habían presentado correctamente y con toda la transparencia que sería deseable, agitó de nuevo la sombra del fraude del Gowex, que ha puesto en el ojo del huracán al Mercado Alternativo Bursátil (MAB).

La corta vida del parqué para pymes está cuajado de quiebras y falsas promesas. La primera en caer fue el diario gratuito Negocio, que presentó unas cuentas y un plan de negocios irreal e imposible de cumplir que nadie se molestó en verificar. Una historia que se ha repetido con otras compañías como Bodaclick, que presentó el concurso de acreedores el 14 de febrero pasado, o de Zinkia, el padre de Pocoyó, cuyos accionistas minoritarios piden que se verifiquen las cuentas y proyecciones ante su inminente caída.

Falta de controles

La falta de controles está detrás de casi todos los escándalos que salpican al MAB desde su nacimiento. El caso de Gowex es el más sonado, puesto que Jenaro García, su fundador, reconoció haber falsificado sus cuentas desde 2004 (salió a cotizar en 2010) y de haberse inventado a sus principales clientes sin que nadie se percatara del engaño. Además del proveedor de wifi, la sombra de la duda también ha tocado a Facephi, una firma de Alicante que se dedica al reconocimiento facial. El País publicó un artículo en el que puso en duda el modelo de negocio de la compañía y sus logros, lo que le ha hecho acumular grandes caídas.

Por su parte, la farmacéutica Bionaturis acumula subidas por la compraventa de acciones debido al desembarco de Carbures en su capital y una serie de informaciones que apuntaban a que podía producir millones de dosis de una vacuna contra el Ébola cuando ni siquiera trabaja en ella.

Dudas sobre la fiabilidad

Las dudas sobre la viabilidad y, sobre todo, fiabilidad de las empresas que cotizan en el MAB urge a Bolsas y Mercados Españoles (BME), dueña del mercado en el que cotizan estas pymes, a tomar cartas en el asunto.

Cuando creó el MAB en 2009, BME impulsó la figura del asesor registrado como una especie de guía que acompañaba y asesoraba a las empresas en su camino en el mercado. La gestora de la bolsa no especificó las obligaciones concretas del asesor registrado hasta marzo de 2014, cuando publicó una guía de buenas prácticas. En el documento especificaba que tenía que comprobar que las cifras publicadas por las empresas eran ciertas, verificar que los planes de negocio eran realistas y realizar un seguimiento para asegurarse de que se cumplían las previsiones. Unas medidas de control que no se tomaron con el grupo Gowex, por ejemplo.

A primera vista parece que la solución es sencilla: aumentar los sistemas de control. El problema es que no es tan fácil, ya que supone un sobrecoste que las pymes "en expansión" no siempre pueden asumir. Encarecer la entrada al MAB limitaría el número de empresas que salen a cotizar, lo que dejaría vacío el mercado y BME no ganaría dinero. A su vez, estas medidas pueden limitar la especulación, lo que también elimina las comisiones por compraventa de acciones. El MAB se ve, por tanto, abocado a un fuerte cambio de concepto y sistema de negocio para poder sobrevivir y recuperar la credibilidad. Si no... acabará cerrando.

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