
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha asegurado que si el precio de petróleo sube se destinará a reducir la deuda de la compañía y a aumentar la retribución de los accionistas. En concreto, la petrolera se ha comprometido a mejorar su dividendo si el barril de crudo supera los 50 dólares.
En la rueda de prensa para presentar en el plan estratégico del grupo para 2016-2020 (descárguelo aquí en .pdf.), Imaz ha explicado que el programa está diseñado bajo un escenario plano con el barril de crudo a 50 dólares para todo el periodo y un margen de refino de 6,4 dólares. "Vamos a gestionar esta compañía como si el precio del petróleo hubiera venido a quedarse a 50 dólares, aunque no se va a quedar", añadió el directivo al respecto.
Así, el consejero delegado de la petrolera ha asegurado que el principal objetivo del plan estratégico pasa por la "puesta en valor", centrándose en la eficiencia que permita a la compañía generar valor "incluso en escenarios de precios de petróleo bajos". Al mismo tiempo, ha anunciado que a pesar de ello, no se prevé vender "las joyas de la corona o de la abuela".
Dentro de esas preciadas joyas está su 30% en Gas Natural. En este sentido, la petrolera ha descartado salir de su accionariado al apuntar que la empresa está "satisfecha" y "confortable" con esa participación.
Desinversiones de 6.200 millones
A primeras horas de la mañana, Repsol presentaba ante la CNMV su plan estratégico, en el que prevé desinversiones por 6.200 millones en activos no estratégicos y una reducción de la inversión del 38% para mantener la disciplina financiera de la compañía y el dividendo al accionista después de haber realizado la adquisición de Talisman por un valor de 10.600 millones de euros.
En este sentido, apuntó que los activos a desinvertir "no tienen ni nombre ni apellido", aunque habrá más activos de 'upstream que de downstream'".
La petrolera prepara así un plan de ahorros y sinergias por 2.100 millones de euros anuales que le permitirá doblar su Ebitda desde los 5.700 millones con los que espera cerrar este año 2015 hasta los 11.500 millones de euros y dejará la inversión en exploración en 1.000 millones para 2016 y en 900 millones para los siguientes años, es decir, menos de lo que invertían conjuntamente Repsol y Talisman.
Para realizar las desinversiones la compañía, tal y como ya ha indicado elEconomista, buscará socios para algunos de los negocios más intensivos en capital como la eólica marina o compartirá grandes yacimientos como Duvernay, que podría suponer ingresos de cerca de 3.000 millones.
En otro orden, el plan estratégico recoge una reducción de plantilla del 6%, unos 1.500 empleados.