
Hace ahora dos años nadie hubiera previsto que Reino Unido votaría salir de la Unión Europea, o que Donald Trump ganaría las elecciones presidenciales en EEUU. Hace un año pocos habrían apostado por Emmanuel Macron como presidente francés, o hubieran esperado que la ultraderecha formara parte del Gobierno austríaco. La política es, casi siempre, impredecible, y por eso hacer predicciones es, casi siempre, aventurado.
Sin embargo, más allá de las sorpresas que puedan surgir por el camino, este año 2018 recién estrenado tiene algunos puntos marcados en el calendario. Se espera, cuanto menos, que sean las cuestiones más determinantes... a falta de que de nuevo nos asalte alguna sorpresa.
Elecciones legislativas en EEUU
En noviembre se celebrarán las 'midterms' en Estados Unidos, las tradicionales elecciones legislativas que se celebran a mitad de mandato presidencial y que suelen cambiar los equilibrios de poder para compensar. En concreto, se renovará un tercio del Senado (33 de sus 100 escaños) y la totalidad del Congreso (435 asientos). La tradición reza que, cuando hay un presidente republicano, se tiende a compensar dando más poder a los demócratas. Siendo que al mando está Trump, el presidente peor valorado de la historia, el vuelco puede ser mayúsculo.
Además de los cálculos políticos, los comicios habrá que interpretarlos como una evaluación a la gestión del controvertido presidente, y también como el pistoletazo de salida hacia la carrera electoral de 2020 -si no hay 'impeachment' antes-. Y no sólo para el Partido Demócrata, donde ya suenan nombres como Michelle Obama o Oprah Winfrey, sino también en un Partido Republicano partido en trozos tras la irrupción de su ahora supuesto mandatario.
Escalada con Corea del Norte
La tensión con Corea del Norte es como el Guadiana, pero en versión 'herencia de la Guerra Fría'. Cada cierto tiempo se calienta y enfría el ambiente, con amenazas, lanzamientos de misiles y movimientos de tropas. Sin embargo, el hecho de que Trump ahora compita con el dictador norcoreano en citas salidas de tono hace que la cosa pueda ir más en serio. El conflicto más antiguo del planeta sigue dando titulares...
La hora de la verdad para China
Sin salir de Asia, hay otro frente en permanente prealerta. China es ya la principal economía del mundo por encima de EEUU según varios indicadores, aunque es cierto que su peso en lo cultural y político todavía dista mucho de ser hegemónico. Sus controvertidas políticas, la ausencia de democracia, su oscurantismo y las primeras sombras sobre su crecimiento -el frenazo a las inversiones en el fútbol mundial por orden gubernamental es un síntoma quizá no tan anecdótico- arrojan algunos interrogantes sobre el futuro inmediato de un gigante llamado a dominar el mundo.
La alargada sombra de Rusia
De un gigante del presente a otro del pasado. Rusia es quizá el país más influyente entre las sombras de la política internacional: no sólo sigue teniendo derecho de bloqueo sobre gran cantidad de asuntos espinosos a nivel internacional -desde Oriente hasta Europa del Este, pasando por la propia China o la exportación de energía a Europa-, sino que ahora ha intentado influir hasta en las elecciones de antiguos enemigos como EEUU o Francia. Vladimir Putin esperará lograr su cuarta reelección en las presidenciales de marzo para seguir manejando los hilos en las sombras.
La Guerra Fría de Oriente
Hace algunos meses estalló uno de los conflictos más enquistados y peligrosos del panorama mundial actual. No lo hizo con un combate abierto entre sus contendientes, Irán y Arabia Saudí, sino a través del bloqueo diplomático y comercial contra Qatar. El motivo son los intereses por la explotación de recursos energéticos, pero las consecuencias son enormes en toda la región… y en todo el mundo, ya que la economía mundial depende de sus pozos de petróleo y sus yacimientos de gas. Una Guerra Fría en toda regla con ramificaciones en lugares tan remotos como Turquía o Líbano, por no hablar de Siria o Irak.
El ISIS ha muerto, ¿y ahora qué?
En 2017 el mundo asistió a la contracción y caída del autodenominado Estado Islámico, que había controlado durante años grandes regiones de Irak y Siria. Mientras tanto, los talibanes han retomado posiciones en Afganistán y Pakistán, el Sahel se ha militarizado como nunca y enormes áreas de países como Libia, Egipto o Yemen están ahora fuera de control. Quién controle esos territorios y sus recursos tendrá ecos directos no sólo en esos países, sino también en la progresiva multiplicación de ataques terroristas en todo el mundo.
Reconfiguración europea
El año pasado sirvió de (pequeño) bálsamo para la UE. Tras el enorme fracaso que supuso el brexit para el proyecto comunitario, la derrota de la ultraderecha en Francia, Holanda y Austria -aunque ahí ha acabado entrando en el Gobierno- ha supuesto algo de alivio. De igual forma, el hecho de que Bruselas haya conseguido doblegar la voluntad del Reino Unido en la negociación de un 'hard brexit' hace que el año empiece con cierto ánimo de reconstrucción interna. Estará por ver lo bien que se puede articular el nuevo eje Merkel-Macron, una vez la primera haya revalidado su puesto y el segundo se haya erigido como la gran esperanza de un nuevo europeísmo.
El reto del nacionalismo y el populismo
La 'internacionalización del procés' catalán ha puesto de manifiesto lo que Europa lleva años viviendo: frente al ánimo de integración supranacional, emergen tendencias nacionalistas en muchos Estados miembros… y en algunos casos con una fuerza inusitada. El éxito del nacionalismo británico en el brexit, la eterna amenaza de ruptura de Bélgica y la pujanza del populismo euroescéptico en Francia, Holanda y Alemania suponen uno de los mayores retos continentales de 2018. La pérdida de peso de EEUU en la política mundial con la elección de Trump ha dejado cierto vacío de poder que la UE debería aspirar a llenar.
América vota
No sólo es EEUU: muchos países americanos votarán a lo largo de 2018, pudiéndose cambiar por completo el complejo mapa político del continente. Empezará Colombia en mayo, con la firma del tratado de paz con las FARC centrando el debate. Seguirá México en julio, condicionado por sus relaciones con su incómodo vecino del norte, y seguirá Brasil en octubre, debatiéndose entre dar el voto a la derecha o seguir tragando con la corrupción del PT. También votará en octubre Venezuela, en lo que será el enésimo combate entre los herederos del chavismo y una oposición perseguida y cuestionada.
El fin del castrismo
América no sólo será noticia por las urnas. En abril los Castro dejarán la presidencia de la isla tras décadas gobernando con mano de hierro. El progresivo aperturismo en la isla y el acercamiento conciliador de la Casa Blanca en tiempos de Obama iniciaron un proceso que ahora es un interrogante: con Donald Trump como contraparte puede esperarse cualquier giro inesperado en el guión de una historia que lleva décadas buscando escribir un nuevo capítulo.