
El tren que descarriló ayer en el Estado de Washington y cayó sobre una autopista, dejando al menos tres muertos y 77 heridos, circulaba en ese momento a una velocidad de 128 km/hora en un tramo cuya velocidad máxima permitida era de 48 km/hora, según ha confirmado Agencia Nacional de Seguridad en el Transporte de EEUU y recogen hoy varios medios.
El tren 501 -con vagones de la española Talgo- cubría una ruta de alta velocidad, que se inauguraba ayer, entre las ciudades de Seattle y Portland cuando se salió de las vías al cruzar un puente para acabar desplomándose sobre la autopista I-5, que en esos momentos se encontraba en hora punta.
El diario local The Seattle Times informó de que al menos hubo tres muertos y otros medios elevaron a seis esa cifra, pero ninguna ha sido confirmada de manera definitiva por las autoridades.
Un total de 77 personas, entre las que podrían figurar tanto pasajeros del tren como aquellos que circularan por la carretera en el momento del descarrilamiento, fueron enviados a hospitales para ser atendidos, informó el Seattle Times citando fuentes de los servicios sanitarios.
El siniestro tuvo lugar en los alrededores de la localidad de DuPont, situada a unos 80 kilómetros al sur de Seattle. Las imágenes de las televisiones locales mostraron cómo varios vagones del tren acabaron destrozados sobre la autopista, mientras que uno de ellos quedó suspendido entre el puente y la carretera.
La oficina del aguacil del condado de Pierce afirmó en Twitter que varios automóviles colisionaron por el descarrilamiento del tren, lo que provocó heridos entre los conductores y pasajeros de los coches pero no víctimas mortales. "Ver esto es desgarrador. Nuestros pensamientos y oraciones para todos los involucrados", agregó.
El servicio ferroviario Amtrak informó de que en el tren 501, que cubría el trayecto inaugural de la nueva ruta y que había salido a las 06:00 horas de la mañana desde Seattle hacia Portland, viajaban 78 pasajeros y cinco empleados de la compañía de transporte. Amtrak señaló en su web que cuatro nuevos trenes se ponían en servicio entre Seattle y Portland a partir de ayer.
La nueva ruta forma parte de un programa para mejorar y acelerar las comunicaciones en la zona que, en su conjunto, costó 800 millones de dólares, de acuerdo con los datos ofrecidos por el Departamento de Transporte del estado de Washington.
Por otro lado, el fabricante español de trenes Talgo confirmó que los vagones del tren siniestrado son de su compañía, pero no así la locomotora.
En declaraciones a la cadena CBS, Chris Karnes, uno de los pasajeros que viajaba en el tren siniestrado, dijo que en el momento del accidente estaban recorriendo una curva del trayecto. El testigo señaló que escucharon de repente un sonido "chirriante" y luego sintieron como si estuvieran bajando una colina antes de sufrir el impacto contra sus asientos y ver cómo se rompían las ventanas.
El gobernador de Washington, Jay Inslee, declaró el estado de emergencia por el accidente. "El trágico incidente en el condado de Pierce es una emergencia seria y en curso", dijo el gobernador, quien indicó que reza por todos los heridos.
En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, el presidente de EEUU, Donald Trump, envió sus "más sinceras oraciones" por las víctimas, y agregó que está siguiendo la situación "de cerca" en coordinación con las autoridades locales.