Internacional

La crisis de los opiáceos, la más mortífera en la historia de EEUU

  • Las sobredosis mataron a más personas en 2016 que las armas
  • La crisis tiene sus raíces en la sobreprescripción de analgésicos opiáceos
  • Las zonas afectadas son Medio Oeste, Appalachia y Nueva Inglaterra
Mapa de calor según el número de muertes en EEUU. Imagen: National Center for Health Statistics

Esta semana, la comisión del Gobierno de EEUU encargada de combatir la crisis de los opiáceos, liderada por el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, recomendó al presidente Donald Trump que se declare una emergencia nacional, ya que el consumo -y las muertes asociadas a ello- ha aumentado significativamente en los últimos meses.

Se trata de la crisis relacionada con las drogas más mortíferas de la historia del país. Las sobredosis se han convertido en la principal causa de muerte para los estadounidenses menores de 50 años y los fallecimientos están aumentando más rápido que nunca, principalmente por los opioides, según The New York Times.

Las sobredosis mataron a más personas el año pasado que las armas o los accidentes de tráfico y las cifras aumentan a un ritmo más rápido que en pleno apogeo de la epidemia del VIH a mediados de los años 90. Para ser más exactos, aproximadamente el 2% de las muertes -una de cada 50- estaban relacionadas con las drogas en 2015. Se calcula que más de dos millones de estadounidenses tienen problemas con los opioides, según la últimas cifras ofrecidas por el Gobierno.

El origen de la crisis

La crisis tiene sus raíces en la sobreprescripción de analgésicos opiáceos, la afluencia de heroína barata y la aparición del fentanilo. Comienza exactamente en la década de 1990, cuando la industria farmacéutica empezó a comercializar medicamentos como OxyContin, un opiáceo que satisfacía al paciente mediante la eliminación del dolor. Debido a su éxito, a partir de ese momento aumentó considerablemente la producción de narcóticos farmacéuticos. De este modo, el país se 'inundó' de opioides recetados y, durante la siguiente década, un gran número de personas creció adicto a las drogas.

Al mismo tiempo, el mercado de la heroína estaba cambiando. El precio se desplomó. Las redes de distribución de drogas falsificaron productos farmacéuticos y los comercializaron en zonas suburbanas y rurales. Posteriormente, en 2014, el fentanilo comenzó a recetarse como fármaco en grandes cantidades, lo que también agravó la crisis.

Las zonas más afectadas

Los lugares más castigados por esta crisis son el Medio Oeste, Appalachia y Nueva Inglaterra. Hasta ahora, la población blanca ha sido la más afectada, pero esto está empezando a cambiar. Varios críticos han señalado que podría suceder como en 1980 con la epidemia del crack, que afectó de manera desproporcionada a los afroamericanos.

En la década de los 2000, la edad más común para las muertes por sobredosis era alrededor de 40 años. Esta fue la primera generación (sobre todo hombres blancos) que creció adicta a los opiáceos recetados. En la actualidad, este 'modus operandi' ha cambiado: por un lado, se ha reducido la edad de los adictos y ha pasado de los 40 a los 20-30; por otro lado, las sobredosis por opiáceos recetados ha dejado paso a la sobredosis por heroína o fentanilo.

¿Qué es un opioide?

El primer fármaco de este tipo, y del que los opioides obtienen su nombre, fue el opio, un narcótico obtenido de una especie de amapola que se ha utilizado en sociedades humanas durante miles de años. De este producto se derivan toda una serie de fármacos con propiedades similares: primero la morfina, luego la heroína y después los analgésicos prescritos como Vicodin, Percocet y OxyContin.

También existe un puñado de compuestos que actúan como los opiáceos, pero no se obtienen a través de una planta sino que son completamente sintéticos, como la metadona y el fentanilo. Los opiáceos regulan el dolor, por lo que son poderosos analgésicos, aunque también increíblemente adictivos.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky