
Grecia se encuentra de nuevo en el ojo del huracán. Mientras se debate si el país heleno necesita un nuevo rescate o incluso si necesita reestructurar de nuevo su deuda, la bolsa griega ha vuelto a caer hoy un 7,35% mientras que el precio de los bonos griegos se desploma. Esta historia parece vieja, algo que ya se vivió en 2009, pero hay cambios muy relevantes y positivos respecto a la primera crisis de Grecia dentro del euro.
Tal y como publica el portal financiero Bloomberg, Irlanda, Portugal, España o Italia parecen inmunes a la odisea que está viviendo Grecia. Buen ejemplo de ello es la reacción del bono irlandés a 10 años, cuya rentabilidad cae en la jornada de hoy un -1,65%. Mientras que los de España o Portugal están viendo pequeños incrementos de su rentabilidad, prácticamente insignificantes.
Y es que la Eurozona en general y los periféricos en particular están en mejores condiciones que hace cinco años: se han acometido reformas, se han reducido los déficits, la banca está mejor y el BCE aparece ya como garante del sistema. Por ello, un crisis griega 2.0 debería afectar menos a países como España.
"El riesgo de contagio a otros países de la zona euro es mínimo, creemos que la situación es muy diferente a la que vivimos en 2009", asegura Giovanni Zanni, economista de Credit Suisse en declaraciones a Bloomberg.
Aunque Grecia esté sufriendo ciertas turbulencia estos últimos días, su déficit público será tan sólo este año de un 2% sobre el PIB, cuando en 2009 fue del 16%. La balanza por cuenta corriente del país heleno no solo se ha estabilizados sino que además presenta superávit. Procesos muy similares son también los vividos por España, Portugal o Irlanda.
El mayor riesgo es político
El riesgo de contagio es mínimo ahora mismo, los mercados tienen una visión muy distinta de la deuda de los periféricos. El BCE está actuando y según Bloomberg comenzará a comprar deuda pública muy pronto. Esta decisión puede ayudar a cortar de raíz los problemas que está viviendo Grecia estos días.
Y es que el euro ha sobrevivido a la crisis de deuda, pero ahora se enfrenta a otros problemas que pueden ser igual de peligrosos. Según Bloomberg el gran reto de Europa el próximo año no va a ser económico, sino que va a ser político: el auge de partidos radicales como Syriza en Grecia o Podemos en España se presentan como los grandes desafíos de la eurozona para 2015.