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Euskaltel gana tamaño para elevar el valor con vistas a su futura venta

Los fondos de capital riesgo no disimulan. Compran una compañía, elevan el valor y a los pocos años la ponen en venta a la caza de las mayores plusvalías.

Eso ocurre indefectiblemente y así se puso en evidencia con el fugaz paso de los fondos Trilantic e Investindustrial por el capital de Euskaltel, se hicieron en 2012 con el 48 por ciento del capital, pagando 228 millones, y este verano lo han vendido por nada menos que 674 millones (además de ingresar un dividendo extraordinario, con cargo a endeudamiento de la operadora, de otros 96 millones de euros).

El sector de las telecomunicaciones en España está en pleno proceso de consolidación -de concentración- y en esas coyunturas suben los precios y los fondos lo saben. Ahora mismo, tanto Orange como Vodafone carecen de ojos para emprender nuevas adquisiciones, ya que tienen todos los sentidos en las integraciones de Jazztel y Ono, respectivamente. Cuando esas digestiones se culminen, será el momento de mirar al norte del país para averiguar cómo se puede crecer para poner las cosas difíciles a Telefónica.

Para entonces todo apunta a que Euskatel habrá configurado un grupo interesante, cuyo capital estará controlado mayoritariamente por grandes fondos de inversión, cuyos fines no suelen se industriales, ni de permanencia, sino financieros. Así, encontramos en su capital a Corporación Financiera Alba (8,02 por ciento); la mayor gestora de fondos del mundo Blackrock (3,59 por ciento); el fondo soberano de Singapur (3 por ciento); y los bancos estadounidenses Goldman Sachs (5,66 por ciento), Morgan Stanley (5,09 por ciento); y JP Morgan (7,57 por ciento) y la aseguradora norteamericana Franklin Mutual (4,821 por ciento) y otro 6,34 por ciento repartido entre los bancos colocadores de la salida a bolsa.

En lo que se podría considerar accionariado estable por ahora destaca Kutxabank (que rebajará su 30 por ciento actual a un 25 por ciento), que se ha erigido como garante de que Euskaltel tendrá en Euskadi su sede social y el centro de decisión. También estará, con una participación residual, el banco gallego Abanca.

Pero sin irnos al futuro, en pleno boom de operaciones corporativas, los precios del sector siguen al alza. En 2012 Euskatel fue valorada en 475 millones de euros y en su salida a bolsa este julio las cifras crecieron hasta los 1.202 millones de euros y ayer mismo, tras el anuncio de la compra de R Cable, su capitalización se disparó hasta los 1.466 millones de euros, con un alza de un 12 por ciento en un sólo día. En esta misma línea, si miramos el caso de la gallega R Cable y Telecomunicaciones, nos encontramos que en 2010, cuando el fondo CVC accedió a su capital, la compañía fue valorada en 675 millones, incluyendo 225 millones de deuda; para pasar el pasado jueves a valorarse en 1.155 millones, incluyendo unos 300 millones de deuda.

Euskaltel lleva dos años tratando de liderar la conformación de un gran operador de cable en la zona norte de España, que implicaba la integración de R Cable y Telecomunicaciones y la asturiana Telecable. Ante los retrasos de la operación -Telecable y R buscaban maximizar precios- Euskaltel decidió acometer su salida a bolsa para tener músculo financiero para crecer, ya que los fondos Trilantic e Investindustrial querían recoger plusvalías y no comprometer dinero en nuevas compras.

Todo el mundo esperaba que la primera compra fuera Telecable, pero se ha adelantado la gallega R Cable y Telecomunicaciones con el principio de acuerdo, dejando descolocados a los asturianos, que estaban tratando de calentar los precios con una puja de ofertas vinculantes.

La suma de Euskaltel y R Cable tendrá unos ingresos de 570 millones y un 'ebitda' de 265 millones, con una base de 715.000 clientes y una red de 725.000 km de fibra.

La forma de articularse la operación con R Cable deja muy claro que no es una "integración", sino una "absorción" con intercambio accionarial. La sede social de la resultante permanecerá en Bilbao, lo que significa que los impuestos de la actividad de R dejarán de ingresarse en el erario gallego. Así, la Xunta reducirá sus recaudaciones en cerca de 3,4 millones al año. Posiblemente algún grupo político de la oposición preguntará al Ejecutivo gallego su opinión sobre el hecho de que la administración haya aportado entre 30 millones y 40 millones al año, con el objetivo de incentivar el desarrollo de las infraestructuras de la comunidad, para que ahora tribute en Euskadi. En el acuerdo se dice que R Cable mantendrá su estructura e imagen propia, pero sin dar mayores explicaciones.

En Galicia existe preocupación por el hecho de que la venta tenga incidencia en la plantilla de R Cable y Telecomunicaciones, por las duplicidades que se puedan producir. Además, tampoco se pierde de vista que Euskaltel lleva varios años externalizando servicios y plantilla, en un proceso liderado por su director general, Fernando Ojeda, que ha supuesto la subrogación de más del 35 por ciento de la plantilla en favor de los nuevos proveedores tecnológicos: la francesa GFI y la china ZTE.

En negocio, en un mercado en que se imponen las ofertas convergentes (fijo, móvil, Internet y televisión), Euskaltel tiene una gran debilidad en contenidos, ahora huérfanos de los derechos del mejor fútbol.

Otro aspecto que se le planteará a Euskatel será el de los diferentes proveedores de móvil con los que trabaja, al carecer los cableros de licencias propias. La compañía vasca tiene como proveedor ahora a Orange, mientras R y Telecable se apoyan en Vodafone. Cabe recordar que Euskaltel tuvo una gran crisis al tener que pagar una multa de 222 millones por dejar aceleradamente la red de Orange para pasarse a Vodafone.

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