
El banco estadounidense, hasta no hace muchos meses la mayor corporación financiera del mundo, ha anunciado una fusión con Morgan Stanley de sus respectivas filiales especializadas en la venta de productos financieros a particulares, lo que facilitará a Citigroup 2.700 millones de dólares en efectivo.
La empresa común, que se llamará Morgan Stanley Smith Barney, tendrá 1,7 billones de dólares en activos de sus clientes y unos 20.000 agentes de bolsa en todo el mundo. De esta manera, el acuerdo proporcionará más capital a Citigroup, que recibió el pasado año 45.000 millones de dólares del plan de rescate financiero del Gobierno estadounidense, y más recursos humanos a Morgan Stanley.
El acuerdo consiste en combinar Stanley's Global Wealth Management Group y Citi Smith Barney, Quilter en Gran Bretaña y Smith Barney en Australia. No se incluye a Citi's Private Bank o Nikki Cordial Securities.
El desmantelamiento de un gigante
Según informaba The Wall Street Journal citando a personas familiarizadas con el asunto, Citigroup está listo para desvelar un importante plan de reestructuración que le conducirá hacia su desmantelamiento como conglomerado financieros. Y la unión con Morgan Stanley ha sido el primer paso para su desmantelamiento.
Además de la venta de la correduría Smith Barney a Morgan Stanley, el diario cuenta que Citi ha decidido que su negocio conste de sólo dos patas: banca mayorista para grandes clientes corporativos y banca minorista para clientes de mercados seleccionados de todo el mundo.
El objetivo sería desmantelar la gran estructura del grupo que se creó en 1998 con la fusión de Citicorp y Travelers Group cercenando un tercio de los activos del balance.
Las divisiones de financiación al consumo como Primerica Financial Services y CitiFinancial o las de tarjetas de crédito no entran en el futuro de lo que será Citi tras esta crisis.
Una de las "joyas" del gran imperio
El banco estadounidense Citigroup confirmó el pasado viernes la existencia de conversaciones con su competidor Morgan Stanley sobre una fusión de sus actividades de venta de productos financieros a particulares, alimentando así el recelo de parte del mercado sobre su salud financiera.
En un comunicado, Citigroup anunció que estaban bien encaminadas las negociaciones sobre un eventual acercamiento de las actividades de corretaje "minorista" Smith Barney, una de las joyas del gran imperio del grupo, con la de "administración de fortunas" de Morgan Stanley.
Según Richard Bove, analista de Ladenburg Thalmann, el volumen de negocios de Smith Barney alcanza 10.000 millones de dólares y su ganancia "puede ser de mil millones de dólares", lo que haría de esa actividad una de las más rentables del gigante en dificultades.
"Si Citi vendiera solamente la mitad, así como el control, se puede estimar un precio de 5.000 millones de dólares", estimó Jon Ogg, un analista que opinó en el sitio web 247WallSt.com.
Ogg dijo estar preocupado por el hecho de que el Citigroup, que debe anunciar nuevas pérdidas trimestrales la semana próxima tras acumular 20.000 millones en un año, se vea obligado a deshacerse de una de sus joyas más preciadas.