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Subirá el precio del petróleo

  • Se dan las condiciones para que el crudo llegue a 70 dólares en 2018
Foto: Archivo

Sé que es ir contra corriente, pero a fuer de ser arriesgado diré que el precio del barril de petróleo subirá y superará con creces los 50 dólares en los próximos meses; para ir a los 70 dólares a finales de 2018 o durante los primeros meses de 2019. Ya sabemos que las últimas noticias van en sentido contrario, especialmente por el aumento de producción en Libia. Sin embargo, se mantiene una tendencia al alza. Y no debiera confundirse una situación coyuntural con una firme tendencia.

Y es que el mercado del crudo de petróleo y, por lo tanto del gas, responde a unos factores que, quizás, no se ven pero que están ahí. Se trata de los intereses de los grandes productores, especialmente Estados Unidos y Arabia Saudí. A lo que hay que sumar a China como gran cliente, y el juego geopolítico entre Irán, China y Rusia. Por lo que la bajada relativa del último mes nos parece que no responde a la realidad.

Es cierto que la situación del 7 de julio de 2008, cuando el precio spot (FOB) del barril de Brent alcanzó los 139,62 dólares, tardará años en volver, si es que vuelve. El precio medio desde el 1 de diciembre de 2014 hasta el 12 de junio de 2017 fue de 49,23 dólares/barril. Si se mira ese valor medio año a año, en 2015 fue de 52,52 dólares, cuando en 2014 había sido de 62,33 dólares. Es en 2016 cuando empieza el "baile" de la volatilidad del precio, con subidas y bajadas casi constantes, llegando en su nivel más bajo a los 28 dólares y en el más alto superando los 50. Volatilidad que se ha cortado en 2017.

En 2017, se ha vuelto a la tendencia de 2015: un precio medio (hasta ahora) de 52,57 dólares/barril, en valores bastante constantes, salvo la caída de los últimos días. Lo que hace suponer que esto es coyuntural.

Primero, porque la producción de fracking, debido a los bajos precios, se ha reducido un 10%. Segundo, las grandes petroleras (Exxon, Shell, BP, etc.) han disminuido sus inversiones en exploración, lo que, por otra parte, viene a ser una buena noticia para Repsol, que en los últimos años, después de la expropiación de YPF, ha tenido considerables éxitos gracias a una gestión muy consistente, estando ya en una producción del orden de los 800.000 barriles/día. Éxitos que aún no se reflejan en el valor de la acción, pero todo llegará. Tercero, la correlación del dólar con el precio del barril de crudo: cuando el dólar se aprecia, el crudo se deprecia, y al revés. Y el dólar se ha apreciado sensiblemente. Cuarto, Arabia Saudí no puede mantener bajos precios del barril por más tiempo, dado que su precio fiscal supera con mucho los 70 dólares. Quinto, aunque la OPEP no es tan operativa como lo fue en el pasado, desde diciembre de 2016 parece que hay un acuerdo en reducir la producción, que está en el entorno de los 32 millones de barriles/día.

Sólo queda el problema de Irán que, de momento, no se aviene a reducir su cuota. Una situación que explica las tensiones en la zona, la pasada visita de Trump a Arabia Saudí y las dificultades con Catar, un país de mayoría suní. Aspectos que nunca hay que olvidar cuando se trata de analizar la relación entre orientación religiosa y conflictos en torno al petróleo.

Es importante lo que se refiere a Arabia Saudí. Un país de 31 millones de habitantes que está en el centro de la estabilidad geopolítica de la zona. Por lo que el mantenimiento a largo plazo de precios bajos del crudo traería situaciones muy negativas en todo Oriente Medio. Circunstancia que se evitará y no se volverá a la situación de 2016.

¿Cuáles son entonces las previsiones? Según la Agencia Internacional de la Energía, aunque China no demandará crudo como en la pasada década, sí se mantendrá por encima del 12% de consumo global. Con lo que la demanda mundial superará los 93 millones de barriles/día.

Teniendo en cuenta el freno en la producción de fracking, menor volatilidad en los precios, y las consideraciones geopolíticas anteriores, todo hace suponer que el valor medio actual de los 52 dólares/barril tenderá al alza. Si la comunidad internacional mantiene los acuerdos con Irán, sin una vuelta atrás de la política estadounidense, es razonable pensar que la "guerra de producción" se estabilizará y, en consecuencia, los precios seguirán subiendo.

¿Hasta dónde? Es difícil predecirlo, pero siendo atrevidos, diríamos que en 2017 se acercará a los 60 dólares, y en 2018 a los 70, para estabilizarse en 2020, más o menos, en ese valor, que resulta ser un deseable punto de equilibrio que no erosione las economías avanzadas y, a la vez, que mantenga a los grandes países productores en una situación no demasiado incómoda. Malas noticias, eso sí, para Rusia y, por supuesto, para Venezuela, pero muy buenas para Repsol, que se convertirá en una joya de la corona muy apetecible para alguna de las grandes del sector.

Estamos seguros, sin embargo, que de mantenerse la eficaz gestión actual subirá su cotización, remunerará convenientemente a sus accionistas, y evitará que suceda lo que pasó con Endesa.

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