Firmas

La patronal no ejecuta su amenaza al Gobierno: "Al final tragaremos"

  • Formación: "Quieren robar nuestro dinero para arreglar los presupuestos"
Juan Rosell, presidente de la CEOE

Tenso, muy tenso, aparecía ayer Juan Rosell, tras la reunión de la Junta Directiva de la patronal. Una tensión que los asistentes a la misma comentaban había estado latente también durante esta reunión extraordinaria de la cúpula de la CEOE.

Y no era para menos. Hasta una veintena de intervenciones hubo, muchas muy duras en el tono y las palabras, para cada uno de los dos temas en el orden del día: la negociación colectiva y la reforma de la formación. Especialmente en esta última los dirigentes empresariales estallaron contra el Gobierno con frases como "quieren robar nuestro dinero para arreglar los presupuestos" o "los partidos políticos están manchados de múltiples casos de corrupción y a ellos no les quitan las subvenciones".

Incluso, me dicen, se llegó a pedir que los empresarios dejaran de pagar la cuota del 0,6% que en las cotizaciones sociales se destina a formación.

Ambiente inicial de motín

Y es que el ambiente inicial era motín. Tanto, que dirigentes de la patronal no ocultan que la intención de Rosell al convocar el martes la rueda de prensa posterior a la reunión era anunciar la ruptura de CEOE con el Gobierno. Pero parece que fue un movimiento in extremis de la ministra Báñez, convocando a una nueva reunión a los agentes sociales, la que evitó que el empresariado se apuntara a la revolución y aceptara jugar una prórroga.

Prórroga a la que los empresarios acuden muy escépticos y conscientes de que no es para resolver el empate en el marcador, sino para salvar la dignidad en un partido que han perdido ya por goleada, ante el abandono de unos sindicatos, que ya no luchan en esta guerra, y la inflexibilidad del Ministerio de Empleo para cambiar los criterios básicos de la reforma: la libre competencia y el control ministerial del dinero de la formación.

Porque la reunión ofrecida es sólo a nivel de técnicos, y tanto Báñez como Rosell han manifestado su intención de no acudir. Es sólo eso, una mera prórroga en el campo y con árbitro del Ministerio y en la que hasta los más beligerantes ayer aceptaban convencidos que "la sangre no llegará al río y tragaremos".

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky