
Por fin el BCE, la Autoridad Bancaria Europea y la Comisión Europea han desvelado los resultados de los test de estrés, un ejercicio que ha llevado muchos meses de trabajo con miles de personas involucradas en toda Europa entre evaluadores y evaluados. El test del BCE abre la puerta a más exigencia de capital, pero no al crédito.
Está claro que estos resultados van a marcar un antes y un después en la banca europea. Estas pruebas son posiblemente las mayores que se han hecho nunca a tantas entidades financieras a la vez en términos de solvencia de su balance y de la viabilidad de su negocio. Alrededor de 130 entidades de la zona euro, con un volumen de activos financieros que representan el 85% de la región, han visto estresadas sus cuentas presentadas a 31 de diciembre de 2013.
Los escenarios a los que se han sometido todas las entidades han sido dos, uno base y uno adverso, ambos con un horizonte temporal situado en el 2016. En el primer escenario el capital necesario era del 8% y en el segundo del 5,5%. El nivel de estrés ha variado en función de la situación del país y en España en este caso los niveles han sido algo más suaves que la media europea.
Todas aprobadas
En cualquier caso, todas nuestras entidades han aprobado y están preparadas para una situación hipotética de una caída del PIB en España del 0,3% este año, un 1% en 2015, y con un crecimiento mínimo del 0,1% en 2016. Además se ha visto que nuestros bancos estarían preparados para un nuevo estallido del mercado inmobiliario local. Sus balances podrían soportar hasta caídas de los precios de la vivienda de un 3,1% a cierre de este año y de un 5% en 2015 y 2016.
Como vemos, tanto los datos del PIB como los del sector inmobiliario son bastante pesimistas. Los últimos datos publicados muestran que en el segundo trimestre del 2014 hemos tenido un crecimiento del PIB del 0,6% intertrimestral y del 1,2% interanual, y en cuanto al precio de la vivienda, también ha habido un encarecimiento interanual del 0,8% a cierre del mes de junio.
Pero los test de estrés son ya historia y ahora toca analizar que ocurrirá a partir de este momento. Estas pruebas han sido el paso previo a que el BCE asuma su papel de Supervisor Bancario Europeo. Esto ocurrirá el próximo 4 de noviembre y tendrá el control directo sobre todas las entidades evaluadas. Este es el primer paso hacia la unión bancaria. Por este motivo, este examen ha sido tan profundo y detallado.
Sistema más sólido
Cabe recordar que los objetivos principales de esta unión deben ser dotar de más solidez al sistema financiero eliminando su fragmentación. Todo ello con el objetivo último de acercar la financiación a las empresas y familias que aun no termina de llegar.
Hace aproximadamente dos años que se lleva trabajando en la unión bancaria y para ello se ha marcado una hoja de ruta. Lo primero ha sido el Mecanismo Supervisor Único o en ingles Single Supervisory Sechanism (SSM) que acabo de comentar. Posteriormente el Mecanismo Único de Resolución o Single Resolution Mechanism (SRM) que entrará en vigor en enero de 2015 y finalmente el Fondo Único de Resolución o Single Resolution Fund (SRF), cuya creación está prevista para enero de 2016. En este plan debería además definirse la Garantía Común de los Depósitos.
A pesar de que es una demanda de muchos estados, habrá que esperar a que Europa se encuentre en un periodo de crecimiento sostenible para poder abordarlo.
¿Y después qué?
¿Y después qué? Al final de la hoja de ruta debería llegar la unión fiscal. Y con la unión bancaria y fiscal, llegaríamos a la meta con la unión política. En este complicado camino, algunos expertos ya mencionan la posibilidad de crear un Mecanismo de Reestructuración de Deuda Soberana (SDRM) que permita gestionar la deuda de un país con un protocolo marcado, en la misma línea que ya indica el mecanismo único de resolución para las entidades financieras. Este nuevo mecanismo podría ser el contexto perfecto para poner en marcha ideas como la reestructuración de deuda de varios países de forma simultánea o bien la creación de los famosos Eurobonos.
Volviendo a nuestro país, muchos se preguntarán si la banca española comenzará a incrementar de forma significativa el crédito al no necesitar más capital según las recientes pruebas. Está claro pasar los test de estrés son una condición necesaria, pero no suficiente. Habrá que esperar a ver cómo evoluciona la situación económica en Europa, ratificar el crecimiento en España y determinar la evolución de la morosidad que aún está en cifras muy elevadas, todo ello para confirmar que el grifo del crédito se abre definitivamente.
Rodrigo García de la Cruz, profesor del Executive Master en Dirección de Entidades Financieras del IEB