España

Linde quiere que la banca refuerce la solvencia, pese a aprobar el examen

Esta vez, la debacle se ha vivido en Italia. La banca española ha pasado de figurar como el farolillo rojo de las pruebas de resistencia de la industria europea -coparon cuatro de los siete suspensos en 2010 y cinco de los ocho de 2011- a salir más que airosa. Solo Liberbank encaja un suspenso virtual con un déficit de 32 millones, y sin embargo, no tendrá que levantar capital porque ha captado 606 millones de exceso este año. ¿De verdad se notará en el crédito? 

Y, en el peor de los casos, al conjunto de las 15 entidades nacionales analizadas, que abarcan el 90% de la industria bancaria del país, les sobran 36.129 millones en recursos propios de máxima calidad. 

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, no ocultaba ayer la satisfacción de ver que el sector destaca por el bajo impacto sufrido en los exámenes de salud, lo que atribuyó al esfuerzo previo de contar con los deberes hechos. Sin embargo, y desde una posición cauta, dio a entender su deseo de que las entidades no se relajen tras superar las pruebas y continúen fortaleciéndose. "El Banco de España es siempre favorable a que refuercen su capital", reconoció.

El propio supervisor ha puesto un celo extremo en evitar nuevos cates empujando a las entidades a hacer más y más reservas con medidas como restringir el pago de dividendos. En junio de 2013 impidió que distribuyesen en efectivo más del 25% del beneficio y les conminó a no abusar de ampliaciones de capital para remunerar al inversor con entregas de acciones, algo muy difícil de encajar para los bancos, porque les restaba atractivo en los mercados. Su instrucción la extendió a 2014 y 2015.

Pero una vez conocidas las notas del examen y pese al mensaje de prudencia, el gobernador, junto al subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, abrieron ayer la puerta a retirar las restricciones. "Es un tema que hay que estudiar con mucho detenimiento. No hemos tomado una decisión, pero es un tema a estudiar", reconocieron.

Restricción al dividendo

Al organismo le preocupa la puesta en marcha de la Unión Bancaria Europea y que se avecina un más que previsible "reforzamiento" de la normativa supervisora y reguladora (sólo Basilea III tiene flecos pendientes, susceptibles de ser muy exigentes), implantaciones todas ellas que "obligará a las entidades a tomar medida", refirieron. Por otro lado, el mercado puede presionar dado que los ratings de solvencia de la banca española son de promedio inferiores a los de otros competidores europeos, aún cuando ha salido muy bien parada del examen. La banca española ganará el 50% en 2016.

El análisis constaba de dos pruebas: una revisión de las carteras de riesgo para comprobar si estaban correctamente clasificadas y bien provisionados sus deterioros, y, una vez realizados ajustes derivados de este ejercicio, se tensionaban los balances para verificar si el capital más puro del banco se mantenía por encima del 8 por ciento en un escenario económico probable y del 5,5 por ciento en un escenario adverso, donde la hipótesis era la vuelta de España a la recesión.

Para comprobar la fortaleza, el Banco Central Europeo (BCE) y la autoridad bancaria común (EBA) han tensionado las cuentas bajo la teoría de una caída aquí del PIB del 1,2 por ciento entre 2014 y 2016, subida del paro, desplomes bursátiles del 20% y recortes del 9,4% en los inmuebles residenciales, entre otros parámetros.

En la base para los exámenes, los bancos españoles partieron de una tasa de capital más puro (core equity Tier 1 o CET 1) de 10,6%, frente al 11,7% exhibido por el conjunto de las entidades escrutadas, y han acortado de forma clara la distancia porque las pruebas han exigido menos ajustes a nuestro sector.

En concreto, el test resta 3,4 puntos de promedio al capital CET 1 de las 130 entidades analizadas, siendo el deterioro en la banca española de sólo un 1,6%, el menor de toda la industria si se exceptúa Estonia, donde minora apenas un 0,2%.

Solo resta 1,6% de capital

Que la banca brille en términos de menor impacto se explica en gran parte en la calidad de las carteras. El análisis de las posiciones de riesgo aflora un déficit de provisiones de 33.800 millones en el conjunto de entidades, y merma un 0,4 por ciento la solvencia promedio por dicha carencia.

En España se limita al 0,14% y 2.200 millones, siendo el país mejor parado. Cuando se someten al análisis de resistencia los balances en un escenario de crisis agravada, el capital total merma en 181.700 millones o un 3% de promedio en Europa -aquí solo el 1,4 y 17.200 millones y sin incurrir en déficits con la única excepción teórica de Liberbank-.

"Si hubiera que dar notas hoy por aprobar los ejercicios, la mejor nota sería para la banca española en los AQR", reivindicó Linde.

Según el gobernador no es fortuito sino fruto de todo el esfuerzo acometido en los últimos dos años, en alusión al "fortísimo" saneamiento al promotor impuesto por los decretos del Gobierno, la reestructuración que se emprendió en el sector de las cajas y las nuevas reglas de reclasificaciones de refinanciaciones. Únicamente esta última medida supuso reconocer 27.000 millones en créditos dañados y dotar más de 5.000 millones. Con todas la reglas arbitradas y el deterioro de los activos por la propia crisis, el sector ha constituido provisiones por 277.640 millones entre el ejercicio 2008 y el pasado mes de julio.

En paralelo han reforzado capital con todos las posibilidades a su alcance, desde emisión de acciones y bonos, gestión de instrumentos híbridos o generación de plusvalías por medio de ventas de carteras o unidades de negocio. Sólo desde el inicio del año, las entidades europeas han aumentado la base de recursos propios en 57.100 millones, correspondiendo 3.700 millones de ellos a las entidades españolas.

Kutxabank, la mejor nota

El fruto se recogió ayer. Kutxabank logra el mejor resultado entre todos los bancos españoles, con un 11,8 por ciento de capital más puro, seguida por Bankinter y el grupo BFA-Bankia, si bien hay que recordar que esta última ha recibido 22.424 millones en ayudas.

En el lado opuesto se sitúa Liberbank por el suspenso virtual: la revisión de calidad de los activos aflora un déficit de 32 millones, pero, paradógicamente la entidad salva la aprueba del estrés test con una nota del 5,62 por ciento, que excede el 5,5 por ciento mínimo exigible. En la parte baja se sitúa también Popular, Ibercaja y Grupo Cajamar, aunque con umbrales de solvencia del 7,5 al 7,9 por ciento, muy alejados de la nota establecida como corte para superar el proceso.

En el peor de los escenarios la posición es más que holgada. No sólo pasa el corte con comodidad sino que nuestra banca mantiene 36.129 millones de exceso de solvencia, incluso, en el peor de los contextos posibles entre los practicados con las pruebas , y se dispara a los 56.000 millones en la mejor situación.

"El proceso ha sido creíble y ha cumplido con sus objetivos: la transparencia acerca de la salud de los bancos aumenta, la confianza de los mercados en los bancos europeos continuará mejorando y los balances se han saneado", subrayó el responsable de Álvarez & Marsal en España y Portugal, Fernando de la Mora. Para esta consultora, que ha asesorado a varias entidades en el ejercicio, una prueba de su credibilidad es que su impacto ha reducido de media 300-400 puntos básicos frente a los 100 puntos que restaron los test del 2010 y 2011.

A juicio de Francisco Uría, socio responsable del sector Financiero de KPMG en España, el resultado obtenido evidencia "el éxito de la reestructuración" del sector "y la fortaleza de las entidades españolas en comparación con sus pares". Uría puso el acento, sin embargo, en que también dejan al descubierto el reto de mejorar la rentabilidad y de prepararse para una metodología de supervisión distinta, cuando el BCE tome las riendas de la supervisión única el próximo día 4. "Es previsible que los resultados publicados puedan abrir la puerta a un proceso de consolidación bancaria en Europa y no sólo respecto de los bancos que tendrán que presentar planes de capital", estimó.

A juicio de Analistas Financieros Internacionales (Afi), la parte más relevante es la revisión de la calidad de los activos, por la "limpieza, homogeneización y cualquier duda de lo que hay en los balances bancarios", mientras que los test de estrés son escenarios hipotéticos.

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