
El sector energético vislumbra un mix futuro en el que las energías renovables ganarán protagonismo, pero en el que necesariamente tendrán que estar respaldadas por otras tecnologías, fundamentalmente, el gas. Así lo expresaron varios expertos durante un Observatorio de elEconomista y Siemens, titulado Lo que está por venir en el sector de la energía. El encuentro sirvió para subrayar la importancia que jugará en las próximas décadas el desarrollo de las tecnologías de almacenamiento dentro del ámbito de las energías verdes.
Durante el acto, Olivier Bècle, director general de las divisiones Power&Gas y Power Generation Services de Siemens Spain, incidió en que el sistema camina "hacia una descarbonización" y un escenario en el que cada vez se hacen menos proyectos de ciclos combinados. Las peticiones de nuevas turbinas de gas a nivel mundial "han bajado de unas 300 al año a 150", advirtió. En esta línea, las renovables cada vez están ganando más terreno.
"El mundo está cambiando desde el lado de la generación claramente hacia las energías renovables", subrayó en la jornada Domingo Vegas, presidente de Grupo Gransolar. A su juicio, el cambio fundamental es que "lo que durante bastantes años era un empuje político y ambiental" porque "eran energías verdes, ahorraban CO2, no contaminaban, etc., en los últimos dos años se ha convertido en que, además, son más baratas". La energía solar ha dividido sus costes por ocho y la eólica por tres, expuso. Y, para Vegas, "van a seguir bajándolos".
Ahora bien, el máximo ejecutivo de Grupo Gransolar coincide con el resto de ponentes en que "el gran problema" de las renovables "es la falta de soporte". En la actualidad, ese respaldo se está dando a través de los ciclos combinados, pero "está habiendo un desarrollo enorme en el sector del almacenamiento", puntualizó y, de hecho, "pensamos que no estamos más allá de uno o dos años para que empiece a haber soluciones de renovable más almacenamiento que sean absolutamente competitivas en precio". "Lo que se predice es que el almacenamiento va a seguir bajando de precio de una forma muy acelerada, no sé si tan brusca como la solar o no", agregó Vegas.
Bècle apuntó incluso que la "clave" del futuro en el sector energético "está en los sistemas de almacenamiento" y "es donde vamos a ver si (el cambio del mix) es realmente disruptivo o no". No en vano, desde Siemens se está "invirtiendo mucho" en almacenamiento, indicó.
Mientras, Luis Deza, director Corporativo de Estrategia y Desarrollo de Negocio de Duro Felguera, observa que "hasta 2025 seguimos viendo buena salud en cuanto al crecimiento del mercado energético mundial", lo que, en su opinión, implica que "las renovables van a ir bien" pero de su mano "el gas también".
Paso atrás del carbón
Deza opinó que "no es decir si va a haber una tecnología u otra, sino que tienen que ir juntas". "Es verdad que el carbón ha dado un paso atrás, quizás con las salvedad de China e India, que todavía tienen un plan de desarrollo muy fuerte, pero el gas tiene muy buena salud porque al final un sistema lo tienes que regular y las renovables han demostrado hasta ahora que necesitan el apoyo de algo para equilibrarlo", precisó.
Mientras el crecimiento de las renovables "en Europa, que tenía una base instalada muy potente y que daba espacio para mucha flexibilidad, era fácil", pero "cuando quien está instaladano renovables son países en desarrollo, es imposible que lo hagan sin acompañarlo de forma que una parte de la generación sea modulada", explicó el directivo de Duro Felguera, empresa especializada en la ejecución de plantas energéticas. En definitiva, Deza ve "un futuro bueno para todas las fuentes de energía, con la salvedad quizás del carbón".
"Sin duda el futuro pasa por lo renovable", aseguró Rubén Parra, chief digital officer de Viesgo, quien ejemplifica lo ocurrido en recientes subastas en Chile o Dubai que han arrojado precios muy competitivos. Su desarrollo tecnológico es "importante", no obstante, "el paso debe pasar por reconocer el papel que cumplen las tecnologías de respaldo", señaló. Asimismo, cree que "desde un punto de vista regulatorio, deben establecerse claramente las retribuciones que estas tecnologías van a tener". Aboga en este sentido por analizar todas las alternativas posibles. Por ejemplo, "tenemos una central de bombeo (Aguayo, Cantabria) que es una posible solución a todo el tema de almacenaje y tenemos un proyecto de crecimiento".
Lluís Noguera, consejero delegado de Global Power Generation, consideró que "es muy importante la planificación política en el sector energético". "No hay dos países iguales y el ejemplo perfecto es España y Francia. Y fuera es lo mismo, no es lo mismo el chileno que el brasileño", indicó. "Y para hacer esta planificación la evolución tecnológica es muy importante: cómo cambiarán los costes de la solar, si seguirán bajando ahora que ya están a un nivel muy competitivo y cómo evolucionará el gas".
Bajo su punto de vista, "el gas es básico para la mayoría de países, especialmente para los emergentes". "La mayoría de licitaciones está enfocada a energías renovables y llegará un punto en que se darán cuenta de la necesidad de las energías de soporte y allí veremos entrar proyectos de ciclo combinados eficientes y que puedan dar respaldo a las renovables", afirmó Noguera.
Blanca T. Figueiras Maceda, responsable de Suscripción de Operaciones de Cesce, destacó el peso que tiene en la cartera de riesgos de la entidad el sector energético. "Hay una apuesta por las renovables", pero "es verdad que se sigue haciendo de todo en muchos países", explicó. "Hay muchas empresas españolas que se van fuera a hacer ciclos combinados y, por supuesto, renovables hay muchísimas, y Cesce intenta ayudarlas a conseguir esos contratos y a competir en igualdad de condiciones", dando cobertura a la financiación y a los avales.
Planificación energética
Por su parte, Deza también es de la opinión de que "hay un problema de asimetrías entre países". "España y Francia se parecen muy poco en cuanto a sistema eléctrico" y "eso supone que haya unos sobrecostes y unas ineficiencias que es difícil de trasladar a los ciudadanos de una manera sencilla", agregó. "Lo hemos visto en estos meses de invierno, cuando Francia necesitaba capacidad española e hizo que el pool subiera".
"Lo esencial es tener una política energética coherente en cada momento, que a lo mejor en España no la hemos tenido", incidió Domingo Vegas. En su opinión, "el mix va a ser necesario y no se va a destruir el valor del inmenso parque que existe ahora mismo (en España), que tiene una vida útil y que sería antieconómico cerrarlo". Con ello, se dará "tiempo a que las nuevas tecnologías ganen volumen". Porque, para el presidente de Grupo Gransolar, las renovables alcanzarán "capacidad de precio en pocos años pero capacidad por volumen va a hacer falta mucho tiempo". "En 2030 tampoco va a ser todo renovable, pero el día que hacer una planta renovable cueste la mitad que un ciclo combinado va a haber mucha gente que piense si realmente merece la pena hacer un ciclo combinado", advirtió.
Esa necesidad de tecnologías de respaldo generó un debate sobre la necesidad futura de conceder ayudas, como se ha hecho para la promoción de las renovables hasta ahora. "La palabra subvención tiene un sentido negativo y en España se ha hecho un esfuerzo enorme porque lo tenga aún más negativo", lamentó Vegas. Hace diez años, toda la generación de origen fósil no tenía ningún tipo de ayuda, se vendía a mercado y "era más que suficiente", pero cuando empezaron las renovables "necesitaban ayuda". "Creo que vamos a un mundo, no sé si dentro de cinco o de 10 años, pero no de 40, donde las ayudas, o primas de respaldo, las van a tener las energías fósiles y no las renovables porque van a ser más baratas", defendió.
Noguera apostó porque haya "un un marco predecible a largo plazo", para que "empresas responsables inviertan a largo plazo". "Es un tema de planificación, no necesitas subvencionar, sino dar visibilidad y certidumbre a largo plazo", dijo. En este punto, recordó que "el 86% de la potencia instalada sigue siendo térmica. ¿La vamos a tirar a la basura? No sería muy razonable", alertó. "Eso tiene un valor y no se puede obviar toda la inversión que ya está hecha, y si hay que poner un incentivo para que siga abierta, habrá que ponerlo.", sostuvo.
Luis Deza apuntó que "tenemos un mercado de la energía marginalista, basado en que las centrales (de ciclo combinado) van a funcionar más de 3.000 horas y así es como se justificó la inversión en España". Pero , "las plantas tienen el coste que tienen y hay que compensarlo", por lo que, a su juicio, "si el mercado marginalista no funciona habrá que buscar otro, y si no, no se harán".
"El mercado marginalista está tensionado porque la dinámica que se está viviendo se parece poco a la dinámica en la que se formó y a eso hay que añadirle otro grado de compeljidad más y es que lo que vemos en toda Europa es una re-regularización", agregó. A este respecto, "los mayores defensores del mercado marginalista fueron los ingleses y están hablando ahora claramente de intervenir el precio de la electricidad, lo que da una idea de que hay muchas fuerzas que ponen en cuestionamiento el modelo actual", destacó.
Dificultades en los proyectos
Bècle, por su parte, señaló que, de un lado, "necesitamos un mix que sea económico para dar suministro a toda esa gente que necesita electricidad" y, de otro, "ganar dinero de alguna manera". Recordó que ha habido "algunas subastas últimamente que han salido muy bajas (de precio), pero después estamos viendo que cuesta mucho" sacar adelante los proyectos.
En este escenario, el papel de la digitalización se torna muy relevante. "Desde las eléctricas, las EPC (compañías de ingeniería y construcción) y nosotros (fabricantes) estamos experimentando mucho sobre cómo ser más económicos y más eficientes en todas estas facetas", afirmó Bècle.
Los ciclos combinados "han pasado de funcionar entre 3.000 y 4.000 horas a 1.000 horas; están haciendo de soporte para las renovables y eso supone unas cargas y descargas y un nivel de exigencia a las máquinas tremendo", aseguró Deza. Y, ahí, "es muy importante la digitalización porque te permite que una máquina que tiene que ir continuamente a tope esté bien monitorizada, controlada y no dé problemas desagradables".
"La digitalización va a cambiar también el sector desde el lado del consumo", afirmó Vegas. "Los grandes centros de consumo van a poder controlar cómo consumen en función de la demanda y la oferta en ese momento", añadió. Y todo ello "reducirá a su vez la necesidad del soporte", argumentó.
Parra explicó que Viesgo ha dado ya un salto con una aplicación que permite ver el recibo prácticamente al minuto.