
El Gobierno tiene en su mano cobrar la tasa de RTVE a Netflix, Amazon Prime y HBO, entre otros operadores Over The Top (OTT), de la misma forma que hacen al resto de las cadenas de televisión tradicionales, según han explicado a elEconomista fuentes del sector.
El anterior Gobierno del Partido Popular no se había planteado la oportunidad recaudadora que brindaban estos poderosos jugadores, aunque ese aparente olvido podría cambiar en los próximos meses. Por lo pronto, el próximo octubre se prevé la entrada en vigor de la directiva Audiovisual Europea, lo que puede abrir los ojos al Gobierno de Pedro Sánchez. En dicha normativa se deja al arbitrio de los Estados Miembros la posibilidad de exigir este tipo de pago a las OTT. "La nueva directiva equipara los proveedores de contenidos TV como Youtube y también Netflix a las Televisiones tradicionales", añaden las mismas fuentes.
En el caso de que prospere ese movimiento recaudador, el Gobierno eliminaría las diferencias de trato que actualmente existen en el sector audiovisual español. Al mismo tiempo, permitiría al Estado (o su ente público televisivo) obtener unos ingresos que difícilmente se obtendrían por la vía ordinaria, al tratarse de multinacionales que desvían sus tributos a otros mercados europeos de más favorable fiscalidad.
La tasa de RTVE ya la soportan las televisiones privadas, las cadenas privadas y los operadores de telecomunicaciones. En el caso de que se incorporaran los referidos gigantes estadounidenses entre los nuevos contribuyentes del ente público, el porcentaje debería ser del 1,5% de los ingresos brutos del negocio televisivo en España, según explican las mismas fuentes a elEconomista.
La Directiva Audiovisual Europea se encuentra actualmente pendiente de aprobación y de transposición, pero deja vía libre a los estados miembros a establecer a los nuevos jugadores las contribuciones que ya realizan sus competidores nacionales. Desde hace casi diez años, estos pagos a RTVE sirven para compensar la pérdida de ingresos de RTVE derivados por la prohibición de la emisión de publicidad en TVE1, La2 y las radios públicas.
Porcentaje sobre ingresos
Desde 1 de septiembre de 2009, según la normativa impuesta por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, las televisiones privadas en abierto deberán contribuir al ente público audiovisual con el 3% de sus ingresos brutos de explotación, porcentaje que se reduce a la mitad para las cadenas de pago y al 0,9% para las telecos con actividad en el ámbito negocio audiovisual y con un ámbito geográfico estatal o superior al de una Comunidad Autónoma.
En la práctica, en el caso de Movistar, Orange y Vodafone, cada una de estas compañía tiene que abonar el 1,5% de todos los ingresos procedentes de la televisión de pago de sus plataformas, así como el 0,95% de todos los ingresos minoristas del operador una vez restados los propios de la televisión.
La suma de todo lo anterior representa el 50% del presupuestos de RTVE, mientras que la otra mitad corre de cuenta de los Presupuestos Generales del Estado. La última revisión de esta normativa audiovisual, realizada hace un año (el 29 de Junio de 2017), dejaba al margen de dichas obligaciones a unas televisiones de pago como Netflix, HBO o Amazon Prime que ya gozaban de especial predicamento en nuestro país.
En el caso de que la nuevas OTT aportaran fondos para RTVE, dicha contribución no reduciría la compensación realizada por las televisiones y las telecos en el caso de que se superara el coste neto incurrido por RTVE. En ese supuesto, el excedente recaudatorio se destinaría al fondo de reserva, cuyo remanente sólo reduciría las cantidades asignadas en los Presupuestos Generales para el ejercicio siguiente.
La evolución del mercado audiovisual español que periódicamente realiza la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia excluye de su análisis a HBO, Netflix y Amazon PrimeVideo y que se corresponden "con servicios dependen de sedes ubicadas en el extranjero", según explica el mismo supervisor del mercado.
La directiva excluye de estas contribuciones solo a los proveedores pequeños que no pueden hacer frente a la carga financiera adicional. Además, se precisa que las aportaciones respetar el principio de proporcionalidad. Es decir, en el caso de una plataforma internacional como es Netflix la contribución correspondería a la audiencia que solamente tengan en España.