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El 'decretazo' del PSOE para controlar RTVE junto a Podemos fracasa

  • El Gobierno aceptó que Iglesias designara al presidente
  • PNV y ERC se niegan a quedar fuera de la negociación
Andrés Gil, el periodista propuesto para presidir RTVE, en su imagen de Twitter.

El PSOE ha dejado en manos de Podemos la presidencia de RTVE, pero la jugada, de momento, le ha salido mal. El Gobierno aceptó ayer la propuesta de Pablo Iglesias para que Andrés Gil, jefe de Política en Eldiario.es y sin ningún tipo de experiencia en televisión, se pusiera al frente de la Corporación, pero todo indica que el nombramiento no será posible ante el rechazo primero del PNV y después de ERC, que han bloqueado la propuesta.

Y es que, según el Real Decreto aprobado el viernes de la semana pasada -entró en vigor al día siguiente tras su publicación en el BOE- para el cese y la renovación del consejo de administración y del presidente de la televisión pública es necesaria la mayoría absoluta respaldada con el apoyo de, al menos, cuatro grupos parlamentarios.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, utilizó su primer Real Decreto para forzar la renovación del consejo de RTVE y el nombramiento de un nuevo presidente con plenos poderes tras la salida de José Antonio Sánchez, reeditando el pacto de la moción de censura contra el PP para "ocupar de urgencia el vacío de poder" generado en la Corporación.

El nombre de Andrés Gil no fue, sin embargo, el único que ha estado sobre la mesa. Inicialmente, el PSOE había apostado por Arsenio Escolar, exdirector del diario gratuito 20 Minutos, pero Podemos se decantó por Ana Pardo de Vera, la directora del periódico digital Público, desde el que se llegó a emitir el programa La Tuerka, de la productora de Pablo Iglesias.

Llamada de Pablo Iglesias

Pardo de Vera explicó ayer a través de Tweeter que "el lunes me llamó Pablo Iglesias para decirme que el presidente Sánchez y él habían alcanzado un acuerdo para que los nombramientos de RTVE dependieran de Podemos. Quería que yo la presidera provisionalmente hasta que el método del concurso público saliera adelante". Según la periodista, "el miércoles por la noche, el presidente ya creía que Escolar también era buen perfil", asegurando que "así se pasaron la tarde conmigo y Escolar en el Congreso".

Todo hasta que el Gobierno nombró el pasado miércoles a la hermana de la directora de Público, Isabel Pardo, nueva presidenta de Adif. "Y al presidente del Gobierno, entonces, se le encendió la luz. No pueden ser presidentas las dos hermanas y zanjó la cuestión pasada la medianoche aceptando al grandísimo Andrés Gil", concluye Pardo de Vera. Le aceptó el PSOE, pero no los nacionalistas vascos y catalanes, a los que necesita. El PNV informó ayer de que la candidatura de Gil para presidir RTVE no cuenta con el apoyo del partido nacionalista, lo que haría peligrar su aprobación en el Pleno del Congreso, donde se requiere un mínimo de 176 votos. "El PNV no ha sido consultado y ha conocido el nombre de Andrés Gil a través de los medios de comunicación", denunció la formación vasca a través de un comunicado, en el que precisa que la noticia sobre este nombramiento sorprendió al presidente del partido, Andoni Ortuzar, concediendo precisamente una entrevista en TVE. Ante las grandes dificultades para llegar a un acuerdo, Pedro Sánchez reclamó ayer a los grupos parlamentarios que están negociando la nueva composición del consejo de administración de la radiotelevisión pública, "enormes dosis de responsabilidad y generosidad" para "anteponer" , según dijo, "la independencia y sostenibilidad" de la misma por encima de los intereses de cada partido.

Trámite parlamentario

La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, insistió, sin embargo, en que "el Gobierno no apuesta por ningún candidato porque es una decisión que no le compete·, ya que "este procedimiento está en tramite parlamentario". Con la oposición tanto de el PP como de Ciudadanos -los populares han anunciado incluso que recurrirán el decreto para la renovación en RTVE ante el Tribunal Constitucional- el problema de fondo es que el tiempo se agota. Los grupos tienen de plazo 15 días desde la entrada en vigor del Real Decreto para pactar el nuevo consejo de administración y si no fuera posible, el Gobierno tendría que desginar un administrador único.

Mientras, la indignación crece entre los trabajadores de la empresa. "Nos negamos a que RTVE siga siendo objeto de un intercambio de cromos y un juguete político", aseguraban desde la plantilla. El futuro de RTVE sigue mientras tanto en el aire.

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