
El contratista militar británico BAE Systems se ha adjudicado un contrato con la Marina de Australia para la construcción de nueve fragatas antisubmarino valorado en 35.000 millones de dólares australianos (22.200 millones de euros), según informaron ayer varios medios internacionales.
A este contrato también aspiraban Navantia y la italiana Fincantieri. Los nuevos buques, denominados Hunter, se construirán en los astilleros de la localidad australiana de Adelaida y permitirán la creación de unos 4.000 empleos en el país, según informaron Financial Times y The Sydney Morning Herald.
Como parte del acuerdo, BAE Systems se hará cargo de la compañía naviera australiana ASC Shipbuilding, actualmente en manos del Estado, mientras dura la construcción de las nuevas fragatas. Según el rotativo australiano, la elección del contratista británico refleja el interés del Gobierno de Australia en estrechar sus relaciones con el Reino Unido en un momento de incertidumbre geopolítica.
"La colaboración en política de defensa entre Reino Unido y Australia es antigua y profunda"
En este sentido, Michael Shoebridge, analista del Instituto Australiano de Política Estratégica, ha indicado que la opción de BAE Systems refleja factores emocionales y estratégicos más allá de los elementos técnicos del proceso de adjudicación.
"La colaboración en política de defensa entre Reino Unido y Australia es antigua y profunda. Existen también muchas emociones en torno al Brexit, que pueden haber jugado un papel dado el potencial para colaboración más estrecha en el futuro", apunta Shoebridge. De hecho, la prensa británica apunta que el contrato puede suponer la primera muestra del nuevo tratado de libre comercio (FTA) que están ultimando los Gobiernos de Londres y Camberra de cara a la salida de Reino Unido de la Unión Europea.