
Norwegian avanza paso a paso en su ambicioso plan de crecimiento en América ajeno a la posible opa de IAG y a las advertencias de analistas y competidores sobre su delicada situación financiera: sigue en pérdidas mientras su deuda acumula un alza del 22,5 por ciento en un año.
La aerolínea, que calienta motores para inaugurar sus vuelos transoceánicos desde Madrid, ha defendido su futuro en solitario y la viabilidad de su compañía y de su estrategia comercial. "Todo el mundo insiste en que seremos comprados por IAG pero no tiene por qué salir la operación. No necesitamos al holding para vivir", sentenció un portavoz de la compañía noruega en un encuentro con periodistas en la capital de España tras asegurar que el interés mostrado por la dueña de Iberia y British Airways "valida nuestro modelo de negocio".
En este punto, la aerolínea de bajo coste explicó que no ha vuelto a recibir una oferta formal por parte de IAG y que no ha habido encuentros oficiales. El silencio en torno a la deseada boda del año (ha pasado más de un mes desde que Norwegian anunciara que ha rechazado dos ofertas del gigante aéreo) ha generado cierto recelo entre los inversores que vieron en el interés de IAG el salvavidas que la low cost necesitaba para seguir adelante y una ventana para ganar rentabilidad. Así, después de acumular un alza del 77 por ciento, los títulos de la firma han perdido un 20 por ciento de su valor. Así, mientras Sparebank 1 Markets aseguró que la aerolínea "no tiene más remedio que ser vendida", HSBC defendió que no veía probable que IAG comprara Norwegian y vaticinó "una competencia más dura entre ambas". Situación que ya se está dando puesto que la low cost ha acelerado su estrategia de entrar a competir directamente con British Airways e Iberia en sus principales rutas entre Londres, Madrid y EEUU.
Así, Norwegian ha anunciado una nueva ruta entre Barajas, el cuartel general de Iberia y Miami por unos 189 euros el billetes, que empezará a operar el 31 de octubre. Iberia vende billetes por 239 euros. La línea, con la que busca redoblar su competencia directa con la aerolínea de bandera española, sumaría así su tercera ruta desde Madrid cuando todavía no ha empezado a volar a Los Ángeles y Nueva York.
En cuanto a las dudas sobre su situación financiera, Norwegian descarta que vaya a quebrar, tal y como ha vaticinado en más de una ocasión Ryanair, y defiende que las pérdidas operativas responden al agresivo plan de crecimiento. "Estamos en la cresta del crecimiento y lo normal es que haya pérdidas ya que el proceso absorbe rentabilidad e impulsa la deuda. Si se analiza la compañía hoy se llegan a conclusiones erróneas. Estamos convencidos de que la compañía es viable", aseguró el portavoz de la firma.
En cuanto a la elevada deuda, que supera los 2.600 millones mientras el ebitda ha sido negativo en 199,3 millones en el primer trimestre, Norwegian ha confirmado que está analizando vender parte de los 222 aviones que tiene pedidos a Boeing y Airbus. El plan sería vender las aeronaves y luego alquilarlas para mantener el ritmo de crecimiento y de renovación de la flota reduciendo las tensiones financieras. En cuanto al precio del petróleo, Norwegian asegura que no le afecta tanto.