
La paz lograda en el seno del consorcio del AVE a La Meca con la llegada del presidente Jorge Segrelles y la aprobación del Settlement Agreement (acuerdo de solución) ha durado poco.
Las empresas que construyen el tren del Desierto reconocen a nivel interno que todavía "persisten las dificultades para llegar a acuerdos" tanto en el seno del consejo de administración del consorcio como en las reuniones de socios, por lo que se están instando "arbitrajes" de distinta índole para desbloquear los conflictos que surgen en la recta final de la fase de construcción del megaproyecto -está previsto que la operación empiece a partir del segundo trimestre de 2018, tras concluir en marzo la service demonstration-.
Según recogen varios documentos internos a los que ha tenido acceso este diario, los socios del consorcio formado por Renfe, Adif Consultrans, Ineco, Indra, Imathia, Copasa, Talgo, Cobra, Abengoa, Siemens y OHL han solicitado un arbitraje para dilucidar las responsabilidades en el suministro eléctrico del Centro de Control de la Operación (BOCC), de los centros de trabajo (workbases), donde residen los españoles y sus familiares que trabajan en la obra del tren de alta velocidad, y del taller de Medina, de gran importancia para Renfe y que está construido en un 75%.
Las empresas no se ponen de acuerdo sobre cuál o cuáles de ellas se deberían hacer cargo del coste y el mantenimiento del suministro eléctrico de estas infraestructuras. No en vano, alguna de las firmas, como OHL, podría estar maniobrando para dejar el consorcio cuando empiece la operación. En cuanto al taller de La Meca, todavía está en plena construcción ya que hace poco se dejó en manos de OHL.
Por su parte, Siemens, que entró en el proyecto del AVE a La Meca con la compra de Dimetronic, ha instado dos arbitrajes contra algunas empresas del consorcio. Por un lado, interpuso uno contra Adif, Ineco, Consultrans y Renfe como coordinadoras del proyecto (project managers) por la falta de inclusión de un elemento en los diseños de señalización ferroviaria. El segundo arbitraje lo abrió contra empresas como Cobra, Adif o Ineco por el impago de certificaciones. En este conflicto se alcanzó un acuerdo antes de fin de año.
Ni la dirección del Consorcio Al Shoula ni las principales empresas implicadas en los arbitrajes han querido contestar a las preguntas de este diario sobre los conflictos abiertos en el seno del consejo.
Mil y un contratiempos
Además de las cuitas internas, el consorcio que construye el AVE del Desierto vuelve a tener problemas para que las autoridades saudíes acepten algunos gastos o sobrecostes, aunque de momento no suponen cantidades muy elevadas. Así, en las cuentas del consorcio existen unos costes por 11 millones de euros que figuran como no aceptados por el cliente por lo que, en un principio, tendrían que asumirlos todos los socios contra sus cuentas de resultados en función a su participación en la fase de construcción. Las empresas están buscando vías para solución el problema.
Desde su comienzo, las obras del AVE a La Meca han sufrido multitud de contratiempos y dificultades que han obligado al cliente saudí a retrasar un año la puesta en marcha del tren de alta velocidad y a aceptar el pago de una serie de sobrecostes en los que se ha incurrido por los problemas con la construcción de la plataforma, que era responsabilidad del consorcio chino-saudí, entre otras cosas.
Así, el pasado 8 de agosto, los 14 socios firmaron el Settlement Agreement por el cual se extendía el plazo de finalización de la obra hasta el 15 de marzo, se asumieron sobrecostes por 200 millones de SAR (44,3 millones de euros), un pago extra de 250 millones de SAR (55 millones de euros) por las estaciones y otro de 150 millones de SAR (33 millones de euros) por realizar el primer viaje de demostración antes de 2018. Este se hizo in extremis el 31 de diciembre. El trayecto se realizó sin paradas entre Meca y Medina a una velocidad media de 155 kilómetros por hora, aunque se llegó en un momento a alcanzar los 300 kilómetros.
Según parece, las obras no van a estar terminadas para marzo por los problemas que están teniendo las empresas saudíes para terminar el tramo de entrada a La Meca y por las estaciones, que muchas no están terminadas, como la de Yeda.
El consorcio ha tenido infinidad de problemas que llevaron al anterior consejero delegado Santiago Ruiz a dimitir a mediados de 2016 y al secretario de Estado de Transporte, Julio Gómez-Pomar, a reconocer "problemas de gobernanza".