
La reforma fiscal aprobada por EEUU el pasado fin de semana ha llegado preñada de incertidumbre para las energías renovables, puesto que afecta a las exenciones fiscales empleadas para promocionarlas. Las empresas cotizadas lo sufren en bolsa y la industria se moviliza para influir en el texto legal definitivo y evitar un impacto que ya cuantifican en una pérdida de inversión de 50.000 millones de dólares anuales.
Con no poca confusión, puesto que aún deben refundirse los textos manejados por las dos cámaras legislativas norteamericanas, parece que la reforma tributaria no afectará retroactivamente a las exenciones fiscales que disfrutan los proyectos de energía eólica y energía solar -los Investment Tax Credit (ITC) y los Production Tax Credit (PTC)-, cuyas inversiones se decidieron durante 2015 y 2016.
Sin embargo, las alarmas se han disparado porque una enmienda de última hora ha introducido una tasa bautizada como "anti-abuso" (Beat, por sus siglas en inglés) que, pensada para dificultar la evasión fiscal de las corporaciones, impacta de lleno en la efectividad de los citados ITC y PTC al perjudicar la eficacia de las exenciones.
A grandes rasgos, la tasa Beat obliga a las compañías a calcular el 10% de sus ingresos gravables, incluidas las transferencias al extranjero; también tendrán que calcular su carga tributaria, excluyendo cualquier crédito fiscal -sólo se eximen los destinados a la innovación- y si ésta es inferior al 10% anterior, el Gobierno recaudará la diferencia.
El mecanismo dificulta enormemente la financiación de los proyectos, porque las entidades financieras desconocen si el promotor, tras aplicar la tasa Beat, podrá capitalizar la exención fiscal. Desde la industria, que se ha unido frontalmente contra la medida, lo tiene muy claro: "se mantienen los créditos fiscales, pero se elimina su valor".
Las empresas lo analizan
Las empresas españolas presentes en el mercado renovable norteamericano analizan la situación y, consultadas por elEconomista, no se aventuran a hacer una valoración.
Papel destacado tiene Iberdrola, cuyo Plan prevé invertir 4.600 millones de dólares entre 2016 y 2020 para sumar 2.000 MW. Durante la última presentación de resultados, Ignacio Sánchez Galán, su presidente, manifestó que confiaba en que la reducción del impuesto de sociedades, del 35 al 20 por ciento compensase la reforma prevista entonces sobre ITC y PTC.
EDP Renováveis, cuyo principal mercado es el de EEUU, tiene planes para construir 3.100 MW hasta 2020, de los que 1.300 MW están afectados por la posible retroactividad de la nueva normativa.
Otras firmas que miran con atención al otro lado del Atlántico son Acciona, incluyendo su participada Nordex -prevé un incremento de ventas del 74 por ciento hasta 2020 y alcanzar los 12.400 MW-, y Siemens Gamesa, que ya avisaba de que la reforma fiscal auguraba gran volatilidad en el mercado.
12.000 millones al año en el aire
De acuerdo con las estimaciones de la consultora Bloomberg New Energy Finance, los créditos fiscales proporcionados a las energías eólica y solar (ITC y PTC) por la regulación actual aportaron 13.000 millones de dólares en 2015 y 11.000 millones en 2016, aproximadamente el 21% de toda la inversión en energía limpia en EEUU.
Según las estimaciones de Greg Wetstone, presidente del Consejo Americano para la Energía Renovable, uno de los lobbies sectoriales, la reforma fiscal planteada, si se aprueba como está, puede dar al traste con un volumen de inversión total de 50.000 millones al año.
Siemens Gamesa se deja 255 millones
La versión de la reforma fiscal aprobada el viernes en el Senado de EEUU ha truncado el atisbo de recuperación mostrado por Siemens Gamesa en bolsa. Desde entonces, el fabricante de aerogeneradores nacido de la fusión entre la división eólica de la alemana y de la española que le dan nombre se deja 255 millones de euros en el parqué, un 3,56%.
Siemens Gamesa llegó a remontar cerca de un 15%desde los 9,213 euros hasta los que cayó el 27 de noviembre -zona de mínimos que no visitaba desde 2015-.
Acorralada por la caída de los precios por la mayor competencia a escala global y por el giro en las subastas en India, uno de sus principales mercados, aunque parecía haber hecho suelo, la reforma fiscal de Donald Trump ha borrado ya alrededor de un tercio de ese rebote. Las pérdidas en lo que va del presente ejercicio son del 37%, lo que la sitúa como la compañía más bajista del Ibex 35 en 2017. El retroceso desde los máximos del año es aún más severo, al superar el 51%.
El impacto en otras firmas
El impacto de la nueva regulación también se está dejando notar en la cotización de otra española con intereses verdes en EEUU, como Iberdrola, que pierde un 0,5% desde el viernes, a pesar de que en el mismo periodo el índice de referencia a nivel nacional se mantiene plana.
El castigo es aún mayor para los principales competidores de Siemens Gamesa. Vestas, para la que Norteamérica supone casi un 50% de su cifra de negocio total, cae un 8% y Nordex, cuyo principal accionista es Acciona, un 11%.