
Iberdrola ha logrado un beneficio neto de 2.416,6 millones de euros, lo que supone un 18,4% más en los nueve primeros meses de 2017 gracias al negocio internacional, que logra compensar la caída registrada en España.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanza los 5.440 millones de euros, lo que supone un retroceso del 5,1% afectado por la falta de agua en España, con una producción un 57,6% inferior a la de los nueve primeros meses del año anterior, y por los menores márgenes y demanda en el negocio liberalizado de Reino Unido.
Iberdrola incrementa en un 3,7%, hasta, al menos, 0,14 euros brutos por acción, su dividendo a cuenta de 2017,que se abonará el próximo mes de enero. Para ello, el Consejo de Administración aprueba una nueva edición del programa Iberdrola Dividendo Flexible. En esta ocasión, se introduce la opción para el accionista la posibilidad de cobrar directamente su retribución en efectivo, sin tener que vender sus derechos de asignación a la empresa.
El grupo incrementa sus inversiones un 31,5% en el periodo, hasta situarlas en 3.997,1 millones de euros. De esta cantidad, un 91% se destina a proyectos de redes, renovables y generación con contratos a largo plazo, de acuerdo a la estrategia del grupo de centrar su actividad y retornos futuros en negocios estables y regulados.
La filial de Estados Unidos, Avangrid, aumenta su beneficio neto en un 14%, hasta los 494 millones de dólares, y su rentabilidad total al accionista (RTA) es próxima al 40%. Neoenergia, filial brasileña de la que Iberdrola posee un 52,45%, clave para el crecimiento de los resultados.
Iberdrola ha llevado a cabo 2.559 nuevas contrataciones entre enero y septiembre, con lo que su plantilla supera ya las 34.000 personas, y ha realizado compras por un importe superior a los 6.300 millones de euros a más de 20.000 proveedores.